Soy Nonita... y esta es mi historia

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Tengo 12 años y tuve una familia a quienes acompañé durante toda mi vida, ya estoy algo cansada, pero aun así, nunca me faltaron fuerzas para amarlos incondicionalmente.

Lastimosamente mi familia no sentía lo mismo que yo, y un día decidieron deshacerse de mí, de la peor forma, me dejaron voluntariamente en un lugar frío y tenebroso, algunos le dicen perrera otros lo llaman zoonosis, habían jaulas con perritos de todo tamaño y edad, ninguno se veía feliz de estar ahí, sólo se sentía temor.

Varias personas que entraban a vernos queriendo adoptar a alguno, se iban decepcionados ya que no encontraban ninguno de raza fina y mucho menos se fijaban en mí porque soy viejita, y en este mundo me he dado cuenta que ser hembrita, no tener raza o ser adulta es un pecado porque la mayoría de la sociedad te desprecia, hasta tu propia familia.

CAMINO

Aún existen personas buenas, amigos, lo triste es que no todos los animalitos adultos como yo tienen una segunda oportunidad, por favor no abandonen a sus mascotas cuando lleguen a ser viejitos, y si tienen la oportunidad adopten a los que menos posibilidades tenemos de vivir dignamente, todos estamos llenos de amor y dispuestos a entregar nuestra vida entera por ustedes, ¡nunca lo duden!

Fuente: LA PATRIA