Entre la espada y la pared

Este es una expresión popular para señalar que una persona está en medio de una disyuntiva porque no puede retroceder, pero si avanza se clava el arma punzocortante, y es lo que ocurre actualmente con el Gobierno, que se empeña con todos los recursos posibles en demostrar su poder sobre una persona que osó aceptar la presidencia del país en lugar del caudillo al que le perdonan todo.

¿Cómo se expresa en este caso el dicho popular? En que apenas se apruebe el juicio de responsabilidades contra la exmandataria Jeanine Áñez está implícito el reconocimiento de que fue presidente constitucional, con eso se cae todo el argumento para sustentar el supuesto golpe de estado, y acusarla por sedición y terrorismo, pero para llevar adelante las denuncias de lo ocurrido en Senkata y Sacaba, se debe apuntar a la figura de mandataria en ese entonces, porque un juicio penal no sería una figura jurídica válida para enjuiciarla, ya que ella no disparó contra las personas que murieron o fueron heridas.

Pero si no se aprueba el juicio de responsabilidades, para sustentar la versión de un golpe de estado, no se la puede acusar por la muerte de las personas que se enfrentaron en Senkata y Sacaba contra las fuerzas del orden, puesto que la decisión de sacar a las fuerzas militares y policiales, se hizo con la investidura de presidente que gozaba en ese momento, puesto que esas personas amenazaban la seguridad de paisanos contrarios al expresidente Evo Morales.

Otra opción, aunque no sería legal, es que las decisiones se tomen al mejor estilo de Morales y sus seguidores, metiéndole nomás que para eso están los abogados, quienes deberán analizar una forma de legalizar lo hecho y acomodar las normas a su antojo, en ese caso es posible que Áñez tenga que enfrentar un juicio de responsabilidades pero siga siendo tratada como una delincuente común.

Los analistas estudiaron muy bien las posibilidades y fueron esas las conclusiones a las que llegaron, que se tiene que decidir por una opción o la otra, pero que ambas no podrían convivir, además que reprocharon que esas acciones dan una mala imagen del país en el exterior.

Por su parte, la defensa de Áñez busca recurrir a la Corte Internacional de Derechos Humanos, CIDH, para que se le otorguen medidas cautelares. Algunos militantes del Movimiento Al Socialismo, MAS, manifestaron una intención de llevar el juicio contra Áñez a tribunales internacionales, y sería lo mejor que podría pasarle a la exmandataria, ya que en ese caso no se permitirá que se violen sus derechos elementales.

Algunos exseguidores del MAS criticaron lo que se calificó como una “dura venganza” del masismo a la osadía de una mujer de ocupar un puesto reservado sólo para varones, y en su concepción consideran que Áñez es sólo una rehén que tuvo “la ingenuidad” de aceptar el cargo de presidente de Bolivia, cuando existió un vacío de poder y el país estaba muy convulsionado.