Después que Oruro aún se encuentra rezagado en servicios de salud, hace pocas semanas surgió una luz de esperanza que, como aporte físico vislumbra la posibilidad de tener -no en corto tiempo- un hospital de tercer nivel, cuya construcción podría estar financiada por la Cooperación Coreana que recibió el diseño básico, como primer paso para contratar una empresa consultora cuando Corea tenga todos los documentos y antecedentes oficiales.
Varias capitales del país avanzan en servicios de salud con hospitales de tercer nivel, dotados con modernos equipos para diagnosticar enfermedades facilitando el trabajo médico, pero desprovisto del manoseo político como ocurre en el país, dejando sin presencia física a profesionales médicos con antecedentes excelentes, quienes tratan de vencer barreras de colegas de edad avanzada que hacen valer su experiencia e influencia para no ceder espacios a la juventud.
Nuestro Hospital General muy poco avanzó en infraestructura y acondicionamiento de equipo médico por desidia de autoridades -no siempre los de ahora- sino aquellos que se ubicaron en centros de salud y hospitales sin tener capacidad para levantar la voz ante autoridades de gobierno, menos abrir canales para buscar ayuda extranjera, como hacen en otras ciudades para tener excelentes convenios interinstitucionales.
No muy lejos, Cochabamba tiene al hospital "Viedma", dotado de equipo relativamente moderno, profesionales en todas las especialidades; salas de atención a quemados y medicina nuclear bajo un convenio con la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Junto al “Viedma” está el “Gastro” desde hace arlos con el respaldo de Japón y, muy próximos se ubican el Materno-Infantil y otro exclusivo para niños.
Las ciudades de La Paz y Santa Cruz avanzaron mucho; en la sede de gobierno está el Hospital de Clínicas, centros especializados para tratamiento de enfermedades cardiacas, tórax, oftalmología y Medicina Nuclear y el Hospital Obrero Nº 1, dónde son enviados pacientes orureños con alto riesgo.
Cuando menciono la desidia de autoridades orureñas, me refiero a los años 1970/80, el hospital "San Juan de Dios" recibió valioso equipo médico de Francia; pero, por años estuvo encajonado y expuesto a inclemencias del tiempo sin poder utilizarlos porque no existían ambientes adecuados para su instalación, sin que aquella época ninguna autoridad departamental o médica supere esas dificultades.
Corresponde ahora al Gobernador, Alcaldesa, médicos, instituciones cívicas, obreras, incluso la prensa hacer labor común para encaminarnos al mejoramiento de los centros de salud, especialmente el Hospital General y el Obrero de la Caja Nacional de Salud, donde acuden miles de pacientes. En esta labor deben estar incluidos cenadores, diputados, asambleístas departamentales y concejales, actuando con responsabilidad, entendiendo que la comunidad orureña los eligió y gozan de excelente remuneración económica sentados en cómodas butacas.
No es necesario poner piedras en el camino con críticas absurdas, como hizo un diputado que la alcaldesa sólo de hacer jardines y llenar la ciudad con árboles; pero, corresponde preguntar a ese parlamentario qué hizo hasta la fecha por Oruro, sabiendo que en 60 años no puede concluirse el camino Oruro-Pisiga de enorme importancia.
(*) Periodista
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