Áñez quiere llamar la atención

A esa conclusión llegó el actual comandante de la Policía Boliviana, y es claro que quiere llamar la atención, porque está detenida hace cinco meses, aún no se ha probado delito alguno en su contra y la tratan como a una peligrosa asesina, cuando en la Constitución Política del Estado y el Código Penal, se presume la inocencia de las personas hasta que demuestre contrario.

La afirmación del comandante policial surgió luego de que en la madrugada de ayer la exmandataria, Jeanine Áñez, intentara autolesionarse, situación que preocupó a muchas personas, a sus familiares, a sus abogados, a la presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Apdhb, y a tres expresidentes bolivianos, además de algunas mujeres que piden que pueda defenderse en libertad.

Los médicos que la analizaron y revisaron aseguran que Áñez sufre depresión e hipertensión, condición que no permite a una persona tomar decisiones acertadas y además de deteriorar más su salud, es decir, agudiza la hipertensión, detona emociones de desesperanza y hasta pensamientos suicidas.

Muchas personas consideran que Áñez, más que un trofeo o una presa política, es una advertencia de que nadie, que no pertenezca al instrumento político del Movimiento Al Socialismo, MAS, puede osar siquiera a soñar con ocupar la silla presidencial, y denuncian por todos los medios un ensañamiento contra la expresidente, además de la violación de sus derechos humanos.

Inclusive líderes de organismos internacionales, que defienden los derechos más elementales de las personas, se pronunciaron a favor de la liberación de Áñez, para que se defienda en libertad, garantizando su buen estado de salud. Pero el Gobierno se mantiene rígido en su postura, asegurando que Áñez está bien y se refieren a ella con apelativos denigrantes, un diputado llegó a decir que se la trata “como la asesina que es”, dejando de lado la presunción de inocencia.

Por otra parte, los expertos del GIEI señalaron que tanto en la gestión de Áñez como en la de Evo Morales se atentó contra los derechos humanos, sin embargo, la Fiscalía calla sobre el exmandatario y legisladores de su partido cerraron filas en torno a la defensa de Morales, declarándose en emergencia y advirtiendo que no permitirán que se lo procese.

De su lado, Morales desafió en más de una ocasión a que lo procesen, asegurando que él ganará y no le encontrarán nada, sin embargo, cuando fue presidente aseguraba que los abogados estaban para legalizar lo ilegal, y con diferentes comentarios hizo ver la influencia que tiene sobre la justicia y el Tribunal Supremo de Justicia, TSJ.

El ensañamiento del Gobierno y de la justicia contra la exmandataria es evidente, la pregunta que queda en el aire es ¿qué pasaría si ella muere?, al quedarse sin víctima ¿qué haría el depredador?, ¿iría tras otra víctima?, ¿mancillaría su memoria?, ¿o sentiría que ha ganado?