Una gran responsabilidad

Tener en casa una mascota conlleva una gran responsabilidad; los animales son como niños pequeños, al tener sus habilidades limitadas, los dueños de ellas deben suplir ciertas necesidades y cuidarlas mucho, por ejemplo, hay que cuidar su higiene, su alimentación, su salud y también el entorno en que viven.

Muchas personas, al no tener suficiente espacio en sus domicilios o a modo de desestresar a sus mascotas las llevan a pasear por las calles de la ciudad, pero algunas no tienen el cuidado o la educación para limpiar lo que sus animales dejan a su paso, principalmente cuando se trata de canes, por lo que es necesario hacer un llamado de atención a esas personas que no se ocupan de levantar lo que sus perros van dejando a su paso.

Ayer se celebró San Roque, en honor al santo que cuidaba de los perros, por lo que muchas personas, a manera de agasajar a sus canes, los llevaron a la plaza principal, otros los pasearon por diferentes calles, pero había que ver el estado en que las dejaron, pues no todos llevan consigo una bolsa para recoger lo que dejaron sus animalitos.

Es necesario que, desde la Empresa Municipal de Aseo Oruro, EMAO, Zoonosis y la Alcaldía, organicen capacitaciones para concienciar a los ciudadanos sobre el cuidado de sus mascotas y la limpieza de la ciudad, para que con la combinación de esos conocimientos los vecinos aprendan a cuidar tanto las calles de la ciudad como a sus animales, de manera que se haga parte de la cultura pasear a los canes, pero que no ensucien la ciudad.

La exigencia de sacar a los canes con correa, para que no molesten a los transeúntes y a manera de cuidarlos a ellos mismos, es un gran avance, pues quienes no la utilizan son multados, lo mismo se puede exigir en cuanto a la limpieza de las calles, para evitar que las mascotas dejen “regalitos” por doquier, una vez realizada la capacitación se debe exigir que lleven consigo bolsitas para recogerlos y depositarlos en un contenedor de basura.

La mejor manera de agasajar a los canes es cuidar de su salud, suplir necesidades, pero también mantener el ambiente limpio por el propio bien de los animales y también de las personas, ya que es muy desagradable el olor que despiden los “regalitos”, pueden convertirse en focos de infección y de paso dan mal aspecto a las calles de la ciudad; en otros países no se ven canes en las calles porque todos deben tener dueño, quienes los sacan a pasear siempre con correas y llevan sus bolsitas para levantar la suciedad que dejan a su paso.