Incendios forestales consumen la Chiquitanía

En medio de la crisis por la tierra, generada por el plan de fomentar los asentamientos humanos para un mejor aprovechamiento de la tierra y alcanzar una distribución demográfica racional, como manda la Constitución Política del Estado, CPE, que lleva adelante el Instituto Nacional de Reforma Agraria, INRA, se dieron incendios forestales cercanos a las poblaciones, y tanto se extendieron que amenazan las viviendas de algunos sectores en la Chiquitanía.

Los chaqueos fueron prohibidos, al menos en el oriente del país y en otros lugares en que los focos de calor dejan vulnerables algunas zonas, como la Chiquitanía, que hace un par de años ardió de tal manera que se perdieron millones de hectáreas de la selva amazónica, sin que el gobierno de turno diera solución a tiempo.

Hasta ayer se temía un desastre mayúsculo porque al parecer los vientos dirigieron el fuego hacia la zona de los gasoductos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB, además que se hablaba que el incendio ya había alcanzado algunos domicilios particulares.

Así sean los gobiernos subnacionales los que deben ocuparse de la emergencia medioambiental, también es obligación de encararla por el Gobierno central, que analizará si se necesita una declaratoria de emergencia nacional para solicitar apoyo del exterior, hasta el momento los pobladores son quienes auxilian a los bomberos y les están dotando de lo que pueden, en la medida de sus posibilidades.

Ayer el acto de homenaje a la Patria por su efeméride se convirtió en un bochorno, oficialistas y opositores arengando de acuerdo a su visión de lo ocurrido en 2019, el Presidente del país intentando defender su discurso de golpe de estado y los asambleístas de oposición gritándole “mentiroso”, en lugar de mostrar su amor por Bolivia y buscar la unidad entre ambos grupos, para trabajar por los bolivianos.

Esas actitudes son las que hacen pensar al ciudadano de a pie, al boliviano que se gana el pan de cada día con el sudor de su frente y no con el favor político, que estamos abandonados, que las situaciones que a la ciudadanía le importa no son las que los gobernantes quieren resolver y no son una prioridad para ellos.

La situación en Santa Cruz, con los incendios forestales es apremiante y necesita la atención urgente de las autoridades, no se puede permitir que una vez más se pierdan millones o miles, ni cientos de hectáreas de fauna y flora que son reservas naturales no sólo de Bolivia, sino del mundo, de una vez por todas el Gobierno debe ponerse a trabajar por todos y cada uno de los bolivianos, inclusive por quienes no los idolatran, porque es su mandato y lo prometieron al país entero.