La palabra de los medios impresos La Paz, Bolivia

La Paz, 03 de agosto de 2021 CITE: ANP 015/2021

Señor

Héctor Aguilar Mercado Secretario General

Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia

Ref.- Respuesta a su solicitud de acreditación de representante de la ANP

Señor Aguilar:

Con sorpresa he tomado conocimiento de la carta firmada por el Señor José Luis Pattuy Pinto, en calidad de Presidente de un Consejo Directivo del Seguro de Vida no existente, y en la cual se reitera el pedido a la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) para nombrar a un representante.

Para su información, la ANP es una organización conformada solo por medios impresos, diarios y revistas, que no posee el mandato específico de los aproximadamente 1500 medios de comunicación que deben existir en el país.

Este dato del número total de medios lo tomamos de una afirmación hecha por la exministra de Comunicación, Amanda Dávila, durante un informe presentado ante una Comisión del Senado Nacional que analizo el tema del seguro de vida.

El conjunto de medios está compuesto por radioemisoras, canales de televisión, portales web y otros de nueva creación a los cuales no representamos, y por tanto la ANP no puede atribuirse una función que no le corresponde.

Por el contrario es nuestra obligación recordarles lo establecido en el artículo 163 del Código Penal que establece: “El que ejerciere funciones públicas sin título o nombramiento expedido por autoridad competente y sin haber llenado otros requisitos exigidos por Ley, será sancionado con prestación de trabajo de dos a seis meses”

También es nuestro deber señalar lo establecido en la Constitución Política del Estado (CPE) en su artículo 122 que determina la nulidad de los actos de las personas que usurpen funciones que no les competen, así como los actos de las que ejercen jurisdicción o potestad que no emane de la Ley.

Por último, me permito recordarle que, en opinión de la ANP, reiterada de manera pública en distintos foros nacionales e internacionales durante los últimos años, la Ley del Seguro de Vida tiene el evidente propósito de asfixiar a las empresas periodísticas, atentando además a la estabilidad laboral de varios centenares de trabajadores de la prensa en todo el país.

Los medios de comunicación a los que se pretende poner en riesgo con una Ley que evidentemente es promovida por intereses políticos, son un patrimonio del periodismo y de la democracia de Bolivia.

En consecuencia, y en el actual contexto de crisis sin precedentes para los medios de comunicación, consideramos que las distintas organizaciones e instituciones -mucho más aquellas del sector periodístico- tendrían que proteger los medios de comunicación antes que pretender socavar su estabilidad y subsistencia.

Sin otro particular, reciba cordiales saludos.