Genialidades pro medio ambiente

Muchos activistas que trabajan por el medio ambiente han luchado por años para que la ciudadanía aprenda a reducir, reciclar y reutilizar, para que no contamine y bote la basura en su lugar y además que no gaste de manera desmedida los recursos naturales que nos ofrece la Madre Tierra, pero en muchos casos ha sido totalmente inútil, lo único que pudo darle un respiro al planeta fue la cuarentena obligada ante la llegada de la pandemia del coronavirus.

Se realizaron un sinfín de campañas para concienciar a la población sobre el cuidado del medio ambiente y los diferentes ecosistemas, campañas de limpieza y de educación para que no se vuelva a ensuciar, otras tantas para que no se bote el plástico a los ríos y lagos, para que se disminuya el uso de dicho material desechable, pero poco duran los resultados obtenidos, aun así, los activistas no se rinden.

En África, una joven keniana tiene su fábrica de ladrillos de plástico reciclado, que son más livianos y resistentes que los de hormigón, con ellos no sólo construyen edificios, sino que también pavimentar calles, además que como los hacen de diferentes colores ornamentan las calles de una manera muy llamativa. En otros países han comenzado a usar la ropa vieja que pulveriza para asfaltar carreteras.

En Perú, un joven inventó una máquina que funciona con energía eólica, es decir, se impulsa con el viento, hecha con plástico reciclado, sirve para atrapar la humedad del ambiente, generando unos 300 litros de agua, además que cuenta con filtros para purificar el líquido que se obtiene. Con este proyecto ganó un premio de History Channel y financiamiento para desarrollar el mismo.

Otra idea que funcionó muy bien es la que se implantó en el río Rímac, en Perú, pusieron sensores que detectan el movimiento y unas grabaciones que por altavoz se activan al ser detectada la presencia de personas que se aproximan a botar basura en sus aguas. La voz de la grabación habla como si fuera el río, e implora para que no ensucien sus aguas con desechos sólidos, esta idea ha logrado que la contaminación del río disminuya en un 80 por ciento.

Las descritas son sólo algunas de las ideas que se pueden poner en práctica en nuestra ciudad, para comenzar, y extenderla al resto del país, lo cual disminuiría notablemente la contaminación ambiental y ahorraría millones de bolivianos al país, inclusive se puede llegar a desarrollar industrias amigables con el medio ambiente, cuyos productos puedan ser exportable, dejando atrás la etiqueta de exportador de materias primas y se puede llegar a vender al extranjero productos con valor agregado.