El litio una riqueza estratégica que debe unir a los bolivianos

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Lo que está sucediendo en las últimas semanas, sin lugar a dudas que causa una profunda preocupación entre bolivianos, especialmente los hermanos vecinos de Oruro y Potosí, que comparten territorialmente partes del gigante yacimiento de litio, que se ubica entre los dos distritos, en sus respectivos salares, de Uyuni en Potosí y el de Coipasa en Oruro.

Están transcurriendo muchos años sin que se defina una política específica para desarrollar una adecuada explotación del litio, precisamente allí donde se ubican sus yacimientos naturales y que deben ser preparados de manera que en cada jurisdicción se trabaje en función de condiciones existentes tanto naturales, como las que deberán implementarse tecnológicamente para lograr los mejores beneficios en función de la extracción, el procesamiento y la industrialización de la materia prima cuya base sustancial es el litio.

El hecho es que a nivel mundial las fuentes proveedoras de litio son claramente identificadas, correspondiendo una mención altamente favorable a la reserva existente en el extremo inferior suramericano, donde se ubican Argentina, Chile y Bolivia, con importantes yacimientos de litio. No hace mucho se ratificó que entre los tres países, Bolivia es el que tiene la mayor capacidad de reservas, aunque paradójicamente es el más lento en el proceso de industrializar su rica materia prima para la fabricación de baterías de litio y otros insumos para la renovada industria automotriz.

Técnicos e industriales del ramo, tanto en Chile como Argentina, han avanzado importantes pasos en la industria de baterías de litio, aún sin reemplazar otros negocios de la materia, que todavía dominan el creciente mercado de vehículos eléctricos, pero sabedores de su seguro reemplazo por las industrias suramericanas, que están demorando su “posicionamiento” en un complejo escenario industrial y comercial de baterías de litio que se presentarán con sellos internacionales, aunque en letra menuda será establecido el origen de su materia prima, Chile y Argentina.

Según los observadores en nuestro país, es justamente el detalle de reconocer la materia prima boliviana, ratificando el potencial de sus yacimientos de litio en Uyuni y Coipasa, y el procesamiento industrial bajo regulación de importantes empresas internacionales. De uno u otro modo, el uso del litio es algo que tomará fuerza de alto rendimiento para dar paso a una industria de grandes proporciones, que satisfaga la futura demanda mundial de coches eléctricos.

Tiempo presente

Tras el análisis de situación, es necesario que los sectores interesados en ser parte de la nueva “ola industrial de automóviles eléctricos”, asuman en cada caso la responsabilidad de ubicar sus inversiones, allí dónde sean favorables las condiciones de instalar factorías debidamente equipadas para entrar al negocio de fabricar autos con nueva tecnología, sustituyendo los que todavía utilicen combustibles fósiles, por los innovados vehículos eléctricos cuya energía serán las baterías de litio.

Empresas automotrices de producción masiva están aún en la búsqueda de ubicar sus factorías, justamente en los países en los que la principal motivación de asentamiento industrial, resulta la ubicación de grandes extensiones de salares, cuya materia prima deberá abastecer la demanda inmediata y futura de litio, elemento imprescindible para industrializar las baterías de energía renovada, que saldrán de las fábricas sudamericanas.

Chile y Argentina se han adelantado en instalar sus fábricas, lo hacen en acuerdos con empresas internacionales del ramo, especialmente las que están incursionando en la nueva línea de transformar los sistemas de energía automotriz alimentada con baterías de litio, que por supuesto serán fabricadas utilizando la materia prima que cada país posee.

En el caso boliviano, hay alguna demora en el establecimiento de las industrias que producirán las baterías de litio, aspecto que estaría en sujeción a ciertas definiciones que sean aprobadas en las “plantas experimentales” que funcionan en los salares de Uyuni, en Potosí y Coipasa en Oruro, en las que se trabaja intensamente en materia de pruebas para asegurar, una producción que sea resultado de las investigaciones que realizan equipos profesionales en las plantas experimentales en los salares bolivianos.

Conflictos limítrofes

Lo que parecía resuelto en base a determinaciones de autoridades superiores en algunos ministerios y los acuerdos logrados en pasadas gestiones entre autoridades departamentales, se alteran abruptamente, ante el anuncio de realizar un evento artístico programado por la Gobernación de Oruro para promover el turismo regional en su jurisdicción en el salar de Thunupa, además de preparar visitas a otros atractivos de la región, con fines exclusivamente turísticos, guiados por elemento profesional, como parte de un programa que sería intensamente promocionado en la ciudad de La Paz y otras capitales.

Parece que no se entendió la intención y se especuló en el sentido de un “avance o ocupación” de la jurisdicción que corresponde a Potosí, lo que no sucedió, ni es evidente, pero ocasionó reacciones violentas de vecinos potosinos que incursionaron en límites orureños y quemaron domos que fueron emplazados en la zona de Jirira con fines de exclusiva promoción cultural.

El asunto deberá ser investigado, aclarada la situación y pacificada la ahora tensa situación entre los colindantes distritos que a su vez, poseen partes de la inmensa riqueza en los salares de la región, el mayor atractivo de la zona. Se espera que superado el problema, la cuestión de límites sea objeto de una prolija revisión y actualización cartográfica, para evitar suspicacias en materia del uso indebido de la riqueza natural en cada región, por parte de vecinos de Potosí o del distrito orureño.

Fuente: Medios. Agencias.