Plan B

Las cosas que pasan en la vida no siempre salen como uno las planea, por eso, los precavidos suelen tener un plan B y hasta un plan C, pero no es el caso de la segunda dosis de la vacuna Sputnik, que no ha llegado hasta ahora al país, dejando preocupación y protestas de quienes fueron inmunizados con ese fármaco.

En España, ante la falta de dosis de la AstraZeneca se tomó la decisión de combinar las vacunas y aplicaron la Pfizer. Ante la duda sobre la mezcla de dos vacunas, se hicieron pruebas tanto en España como en Reino Unido, las que arrojaron datos que “son muy prometedores y sugieren que los esquemas mixtos pueden proporcionar niveles de anticuerpos más altos que dos dosis de una sola vacuna”, según publicó la BBC Mundo.

Las dosis del inmunizante debían llegar el 20 de julio reciente, pero hasta el momento no se tienen las 200 mil dosis prometidas. La viceministra de salud aseguró que llegarán las dosis comprometidas, pero no precisó una fecha y señaló que de todos modos quienes fueron inoculados con la primera dosis ya están protegidos hasta en un 80 por ciento.

Mientras tanto, un grupo de científicos, integrado por infectólogos, salubristas, epidemiólogos y neumólogos nacionales e internacionales, está analizando un plan B ante la demora en la llegada de la vacuna rusa y, según anunciaron los responsables de esa comisión, se reunieron con expertos del Instituto Científico de España, donde se hicieron las experimentaciones para combinar la AstraZeneca y la Pfizer.

Por otra parte, la directora de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, manifestó su preocupación por el riesgo de una “avalancha de problemas de salud” debido a la presencia del coronavirus en Latinoamérica, ya que por atender la emergencia sanitaria en muchos países se ha descuidado el sistema de salud en general, como la detención de inmunización es por el sarampión en Centroamérica.

A tiempo de recordar que sólo el 16,6 por ciento de la población en Latinoamérica y el Caribe ha sido totalmente inmunizada, expresó su preocupación por que “a pesar de que la pandemia no cede, y de que nuevas variantes aparecen, demasiados lugares han relajado las medidas sociales y de salud pública que han demostrado ser efectivas contra este virus”, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social en lugares públicos.

En Bolivia, si bien han bajado las cifras de contagios, se prevé una cuarta ola para septiembre y las medidas de restricción nuevamente son flexibilizadas por los gobiernos subnacionales, además que en cuanto esto ocurre, la gente se relaja y deja de protegerse y cuidarse, incurriendo en conductas de riesgo como asistir a fiestas, beber alcohol sin control y descuidar por completo las medidas de bioseguridad.