Mi nombre es Ricardito y esta es mi historia...

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Hace varios meses sufrí una desgracia, no recuerdo si me caí de algún lugar o alguien me lastimó, sólo recuerdo que desperté cuando un grupo de jóvenes estudiantes intentaban ayudarme.

Estuve tirado cerca de unas jardineras por inmediaciones de la Facultad de Medicina y los muchachos pidieron ayuda a personas con más experiencia en rescates de animalitos. En tanto llegaban, intenté moverme, pero mis patitas me dolían demasiado y fueron vanos mis intentos.

Pronto llegaron para ayudarme y llevarme con un veterinario y allí les dieron la noticia a mis rescatistas, que tenía las dos patas delanteras fracturadas.

Comenzaron mis tratamientos, placas radiográficas, cirugías, etc. y yo fui muy valiente, quería estar sanito lo más pronto posible, así que puse mucho de parte mía para recuperarme.

A los pocos días empecé a dar mis primeros pasos con las patitas aún enyesadas, decían que parecía que usaba tacones por el ruido que hacía al caminar, pero nada me lo impedía, yo quería volver a correr como antes.

Hoy en día me encuentro muy sano, fuerte, soy juguetón y cariñoso, he aprendido a convivir con mis hermanitos, ya que mi nueva familia tiene perritos y nos llevamos todos muy bien, a veces hacemos travesuras.

Tuve suerte desde el momento en que la gente no fue indiferente con mi desgracia.

Nunca pases de largo si ves a un animalito herido, bríndale ayuda de cualquier forma posible, quizás tú seas su única oportunidad de salvarse.