Lo que hay detrás del bloqueo en Parotani

Los afiliados a la Cámara de Transportes denunciaron que en tres días de bloqueo, en Parotani, perdieron al menos 2.3 millones de bolivianos y que dos mil camiones están perjudicados con la barricada, pero los productores de hortalizas del Valle Bajo quieren negociar con autoridades del Gobierno que tengan poder de decisión, pero al principio la demanda era que se detenga el contrabando de productos agrícolas y ahora buscan que también se pare la importación de los mismos.

Por otra parte, los afiliados a la Cámara de Transportes son sólo camioneros, aún no se cuantificó el daño que sufre el transporte de pasajeros, pues la carretera une a los departamentos de Oruro y La Paz con Cochabamba, es por eso que mucha gente se aventura a viajar, aunque deba caminar varios kilómetros para hacer el trasbordo, ya que tiene asuntos pendientes e importantes en otros lugares, algunos ciudadanos deben retornar a su lugar de origen y se arriesgan a hacerlo de esa manera.

Lo cierto es que más de un sector de la sociedad se perjudica de sobremanera cuando ocurren los bloqueos de caminos y es obligación del Gobierno solucionar lo más pronto posible, puesto que impedir el libre tránsito de ciudadanos es un delito y en lugar de premiar a quienes bloquean deberían cumplir la ley y castigarlos de acuerdo al reglamento. No obstante, pareciera que sólo cuando afecta sus intereses o los de las organizaciones sociales que les apoyan aplican la ley, como ocurrió con el bloqueo de los Yungas de La Paz, enviaron policías antimotines a derribar las barricadas, pero en Parotani no hicieron nada.

Más allá de los perjuicios que ocasiona el bloqueo, están las razones por las que mantienen esas barricadas, y no es un asunto de fácil solución, ya que los productores no sólo pretenden impedir el contrabando de hortalizas, sino que pretenden que se detenga la importación legal de esos productos ya que, según ellos, sus costos de producción son altos, por lo que consideran que no pueden ser competitivos frente a las verduras que llegan del extranjero.

El problema es difícil de solucionar porque no se puede impedir la importación legal de hortalizas, ya que se deben honrar convenios internacionales, pero también existe interés de la población, a la que no le interesa de dónde vengan los productos, en que los precios estén al alcance de su bolsillo.

Una comisión del Instituto Nacional de Reforma Agraria, INRA, ya hizo el estudio y el ofrecimiento de mejorar las condiciones de producción y de venta, ofrecieron capacitar a los productores para que sepan fijar su precio, para hacer sus precios más competitivos, para que puedan ganar mejor, pero los cultivadores creen que no es suficiente, además que alegan que todas las promesas hechas por el Estado, al momento quedó sólo en el papel, y con el bloqueo eso es lo que quieren cambiar, ellos desean que se lleve a la práctica lo antes posible.