Soy Blanquita y esta es mi historia...

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Éramos cinco hermanitos, y hace años durante una noche muy fría y lluviosa, nos apartaron de nuestra mamá después de haber nacido, nos tiraron a la basura dentro de una pequeña caja de cartón.

El frío comenzó a debilitar nuestros frágiles cuerpecitos, gritamos de dolor con todas las fuerzas que nos quedaban y fue así que nuestra rescatista que pasaba por el lugar nos encontró al escuchar suaves chillidos. Buscó y buscó entre la basura hasta que nos encontró.

La caja estaba debajo de escombros y mojada por la lluvia, de inmediato nos sacaron y llevaron a un lugar caliente para que no nos congeláramos, nos alimentaron con leche tibia en biberón por algunos días.

Lastimosamente tres de mis hermanitos no resistieron y se fueron de este mundo, la hipotermia y la falta de nuestra mami no ayudó mucho para que todos sobrevivamos.

Después de un tiempo ya recuperamos fuerzas, dejamos los biberones de leche por platos de sopita, croquetas, así que empezaron con la búsqueda de familias responsables para nosotras, queríamos irnos juntas, pero el destino quiso que consigamos familias en distintos lugares, mi hermanita se fue a La Paz con una buena familia que la ama demasiado y yo encontré un hogar cálido y lleno de amor dónde me hicieron parte de la familia, ¡una de verdad!

Tuve suerte después de todo, vivo bien, feliz y sanita pero me entristece que mis hermanitos y mi mamá fueran víctimas de la maldad e ignorancia humana.

Esterilizar es un acto de amor y de responsabilidad con sus mascotas, no dejen que más animalitos vengan a este mundo para sufrir en las calles.

Adopta, esteriliza, educa... está en tus manos cambiar el cruel destino a los que muchos animales están condenados.