Cuando adoptar es la mejor opción

Tanto si se trata de humanos como si fuese de mascotas, la mejor opción es la adopción, porque lo contrario puede llevar a personas sin escrúpulos a cometer delitos contra la integridad de alguna persona o de un animal, ya que al existir dinero de por medio, entra en escena el tráfico de especies, cuál si se tratase de objetos.

Según la ley de la oferta y la demanda, cuando un bien es escaso y existe gran demanda los precios tienden a subir, pero cuando la oferta es mayor y existen pocos compradores, el precio tiende a bajar. Lo mismo ocurre con el tráfico de animales y de personas, si nadie comprase algún espécimen de mascota o los beneficios del tráfico de personas, los delitos relacionados no ocurrirían.

Los animales no pueden siquiera quejarse por lo que son aún más vulnerables y las probabilidades de que trafiquen con su vida son altas, existen mercados donde los tienen en mal estado, a veces desnutridos, maltratados o enfermos, encerrados en jaulas muy pequeñas, donde están hacinados junto a otros animales, y lucran con ellos como si fueran simples objetos inanimados.

Algunas organizaciones han optado por rescatar a esos animales y a los que son aptos como mascotas los dan en adopción, los que no son domésticos son llevados a parques nacionales, antes se los llevaba a zoológicos, pero los animalistas creen que son tan malos como los mercados de dónde los rescataron, por lo que se intenta reinsertarlos en un hábitat más natural, lo más parecido a su lugar de origen.

En cuanto a las personas, debido a que somos seres racionales, es aún más inaudito que haya gente que se preste a la trata y tráfico de humanos, pero existen negocios como el alquiler de vientres, la venta de niños pequeños o recién nacidos, la esclavitud, la mano de obra barata y también los trabajos forzados, donde los tratantes ganan cuantioso dinero, pero las víctimas, si es que reciben es poco.

Los trámites de adopción de niños son más largos y minuciosos ya que los funcionarios encargados deben asegurarse que los padres biológicos no aparezcan arrepentidos para reclamar a los hijos perdidos, que los menores estén en buen estado de salud, revisar antecedentes, y si una adopción llega a un feliz final, los niños deben tener la seguridad de que son afortunados porque unos padres los eligieron, los progenitores por su parte deben estar seguros de que tendrán en sus manos una enorme responsabilidad.

En todo caso se debe ver la adopción como una manera diferente de formar familias, alternativas a lo tradicional, donde debe primar ante todo el amor, porque de que a veces se pierde la paciencia o hay desencuentros, seguro que sí, pero no existe nada que no se pueda arreglar con afecto.