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Sábado 14 de abril de 2012

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Revista Tu Espacio

EDITORIAL

14 abr 2012

Fuente: La Patria

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No cabe duda que abril es uno de los meses, aparte de diciembre, el más esperado por los “peques” de la casa, porque se recuerda su día, el Día del Niño Boliviano, que fue instituido el 11 de abril de 1955 a través de un Decreto Supremo, durante el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro.

Ese año se aprobó un dodecálogo bajo el rótulo de “Los derechos del niño boliviano”, pero se debe lamentar que como ocurre siempre en nuestro país, no se hacen caso o mejor dicho no se respetan las disposiciones del ordenamiento jurídico que rige nuestro país.

Pero este editorial no está para hablar de política, sino para enaltecer ese espacio de la vida que todo ser humano ocupó, como es el de ser niño.

Si retrotraemos la mente, lograremos acordarnos si es que aún tenemos memoria, de los momentos más inolvidables de nuestra existencia, cuando en forma muy inocente jugábamos con los objetos que teníamos al alcance de la mano, aún sin conocerlos u ocultarnos de alguna travesura que hicimos para no ser descubiertos, aunque siempre salimos perdiendo y en muchos de los casos terminamos castigados.

El ser niño es mágico, aunque no parezca, porque en cada mentecita inocente se pueden crear mundos fabulosos que no cabrían en la cabeza de un ser humano adulto. Hablar con personajes imaginarios, inventar autopistas o caminos con muchos obstáculos para los pequeños carritos de plástico o “dinkys”, en el caso de los varones. La pelota de fútbol era el mejor obsequio en Navidad o en algún cumpleaños, porque se evocaba en la mente, la identificación de algún ídolo de ese deporte.

En el caso de las mujercitas, las muñecas de trapo eran la moda o las denominadas “Sussy”, obligadas a recibir ese regalo, como anticipando los padres, el futuro que tendrían sus hijas, de futuras madres. En fin, quien no recuerda su niñez, unos con más recuerdos bonitos que otros.

Tampoco se puede dejar de lado, ese mundo mágico que fue creado a través del cine, mostrándonos personajes de caricaturas que hicieron y marcaron una época inolvidable. La pantalla chica también tuvo su aporte con dibujos animados que eran imperdibles día a día.

En fin, cuántos recuerdos… pero pese a esos momentos memorables, los niños de Bolivia no tuvieron muchas atenciones de los distintos gobiernos de turno que pasaron por el país. Eso se lo puede observar en forma tangible, no hay parques o lugares destinados para ellos, sencillamente porque nuestras autoridades se olvidaron de su alma de niño.

Por eso es que los niños de esta nueva generación crecen con otras ideas puestas día a día en el computador, juegos electrónicos que los vuelven en seres mecánicos y no pensantes, donde creen que todo será resuelto por ese equipo o que sencillamente esa mente inocente, será transformada en una mente de destrucción por los juegos de terror que se muestran.

Pero ellos no son los culpables, sino los padres, los adultos que hemos perdido el Norte de lo que representa ser un niño. No los motivamos en sus inquietudes para que sean hombres de bien y desarrollen talentos que quizás aún no los hemos descubierto.

Los dejamos abandonados y creemos que con darles dinero el asunto ha sido resuelto, no es así, ellos necesitan afecto, cariño y dedicación. Tanto se habla de los derechos del niño en esta fecha, que seguramente a partir de esta semana todos olvidaremos qué se recordó el 12 de abril, en sentido figurado, claro está.

Dicen y recordamos siempre, que los niños son el futuro de una nación, creemos que no es así, ese concepto medieval o de una sociedad retrógrada debe quedar en el pasado, porque los niños son actores del presente como todos nosotros, solo que no les damos la oportunidad para desarrollar sus ideas. Es hora de creer en ellos, porque dentro de sus mentes inocentes nos dejan grandes enseñanzas y lo que es más importante, nos hacen recordar el valor de lo que representa ser un niño.

Dehymar Antezana - Editor Tu espacio

Fuente: La Patria
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