Domingo 27 de junio de 2021

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La fuente de la poesía es el habla, la misma de la prosa. El habla es temporal y sucesiva: cada frase se desarrolla en el tiempo y en cada frase las palabras van una detrás de otra. Por ser tiempo, el habla es rítmica o, más bien, tiende espontáneamente a ser ritmo. De ahí que las fronteras entre la prosa y el metro sean cambiantes, imprecisas: el ritmo, que las dibuja, a veces también las borra. Si el verso en ocasiones se desmorona y regresa a la prosa, en otras la prosa se levanta y baila como si fuese verso.