La libertad de expresión y la paranoia del golpe

O es que al Gobierno del Movimiento Al Socialismo, MAS, le ha entrado la paranoia por los golpes de Estado o en el afán de sustentar su tesis de lo ocurrido en 2019, cualquier crítica al Presidente Luis Arce o a sus acompañantes es tomado por aprestos sediciosos.

De manera reciente, el excandidato a la presidencia por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, MNR, Virginio Lema, haciendo uso de su derecho constitucional a la libre expresión, pidió la renuncia del Presidente Arce, ya que considera que no está trabajando con eficiencia, y en sus propias palabras dijo, “estoy pidiendo que se vaya Arce, por inútil”.

Más allá del pedido de Lema, en redes sociales la gente se manifiesta, y por los mensajes que publica se nota que está creciendo el descontento en la ciudadanía, ante la gestión de Arce, especialmente en el manejo de la pandemia, y recordemos el refrán que reza, “si el río suena es porque trae piedras”, es decir, si los bolivianos demuestran su descontento es porque no se está trabajando a nivel gubernamental como se debería.

La pandemia del coronavirus ha desnudado muchas falencias tanto en el área de la salud como en la educación, pero poco o nada se ha avanzado en esos ámbitos, porque el oficialismo está priorizando las cuestiones políticas y sólo apuntan al gobierno transitorio y a sus actores para que “paguen” por el presunto daño que le hicieron al país, pero olvidan lo que hicieron sus antecesores, es decir los compañeros de fórmula del actual Gobierno.

La ciudadanía lo que quiere es que haya mejoras en la atención de salud, apoyo con adelantos tecnológicos para ofrecer más oportunidades en educación, que sean creadas políticas para mejorar la economía del país, y si bien a algunos interesa la cuestión política, se quiere que no se centren sólo en lo que hicieron mal quienes ocuparon puestos en el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, sino que se castigue a todos los exgobernantes y sus colaboradores que engañaron y se aprovecharon del país y sus recursos.

Y finalmente, tanto Lema como cualquier ciudadano de este país están en todo su derecho de pedir la renuncia de cualquier autoridad o funcionario público que no esté haciendo bien su trabajo, porque la libertad de expresión es un derecho humano, básico y de carácter universal, y no un acto sedicioso como lo calificó el ministro Lima, ya que nadie está usando armas, ni se le está obligando.