Nuevo año, ¿vida nueva?

Mañana se celebra el Año Nuevo Aymara o Andino, es cierto que sólo una parte de la población boliviana es aymara, pero dicha conmemoración adquirió importancia en todo el país ya que coincide con el solsticio de invierno, es decir corresponde al cambio del ciclo agrícola de la siembra.

Asimismo, en la cultura andina, muy arraigada en Bolivia, el Sol tiene una importancia capital, pues los antepasados que poblaron el imperio Inca lo consideraban un dios, y la celebración del solsticio significa el retorno del también conocido como astro Rey; en los lugares sagrados o huacas, se hacen rituales para esperar la salida del sol para recibir su energía renovadora.

A los españoles no les quedó otra que superponer a la religión católica sobre la andina para atraer adeptos, pero lo interesante es que en estas regiones, al menos a lo que corresponde ahora al territorio boliviano, se logró una simbiosis de religiones y ambas lograron convivir juntas hasta la actualidad, superando toda barrera cultural.

Eso demuestra que la cultura no es estática, sino que cambia constantemente, por eso lograron convivir la cultura andina con la española basada en el catolicismo, y hoy por hoy tanto los rituales y las ceremonias andinas son tan importantes como las católicas y por ello mañana se conmemorará el Año Nuevo Andino cumpliendo el respectivo feriado, no obstante, al encontrarnos en plena pandemia del coronavirus, pasando el pico de la tercera ola, los rituales de celebración serán diferentes en esta gestión.

Antaño cantidades de personas se congregaban en las huacas para recibir el Año Nuevo y por supuesto los primeros rayos del sol, llenarse de energía nueva para mejorar la calidad de vida de quienes asistían a esos rituales; sin embargo, en la actualidad no puede haber aglomeración de personas para evitar los contagios de Covid-19, así que echando mano de la tecnología se organizan celebraciones virtuales.

Mientras el virus siga acechando en Bolivia, las celebraciones tendrán ese tinte diferente al que estábamos acostumbrados, para preservar la vida.

De todos modos, es un buen momento para la reflexión, ya que, para muchos bolivianos, el día de mañana significará un cambio en su vida cotidiana, pero quienes son las llamadas a la reflexión son las autoridades, oficialistas y opositoras, porque hace tiempo que le deben a Bolivia y a sus ciudadanos mejores condiciones de salud, educación y otros aspectos para que se cumpla el prometido suma qamaña o vivir bien.

Durante las campañas electorales hubo muchas promesas de mejorar la calidad de vida de los bolivianos, pero hasta el momento el Gobierno se ha ocupado más del aspecto político y ha descuidado lo que los ciudadanos consideran más importante y urgente, que es la salud, la educación y la economía, erradicar la violencia, cuidar el medio ambiente y otras inquietudes, que tampoco es atendida por la oposición que se dedica más a “tapar goles” del oficialismo que de proponer políticas y estrategias para salir adelante.