Viernes 13 de abril de 2012
ver hoy
En momentos en que se habla de la niña o del niño, es sumamente difícil utilizar palabras de respeto y cariño sincero, nacido de lo más profundo de nuestro ser, expresado con verdadero sentimiento de amor y ternura.
Pero es más fácil ofender, gritar y hasta humillar; lo que no podemos decir o manifestar a nuestros semejantes de similar edad. Sí, así es y seríamos injustos con nosotros mismos si sostenemos lo contrario.
Más, siempre hay un momento de lucidez y una oportunidad de expresar aunque no siempre con los términos precisos y exactos aquello que sentimos hacia nuestras niñas y niños, por decir hijas e hijos o en el mejor de los casos nietas y nietos.
Y, precisamente esta es la ocasión y el momento más adecuado para expresar con el corazón lleno de orgullo y con el sentimiento lleno de alegría, apuntar en este día tan especial y significativo como es el "Día de la niña y el niño boliviano". Diríamos mejor: el "Día de la verdadera fuerza de la energía nacional", que son las y los encargados de transformar esta sociedad paupérrima en todo aspecto, en una verdadera sociedad de sociedades; en una sociedad sin fronteras ni hitos, en una sociedad en hermandad total y cabal, en una sociedad de mujeres y hombres en armonía cósmica de paz, amor y tranquilidad. En el mejor de los casos, de seres pensantes y actuantes en esencia y presencia sin igual, en fin, en edificadores, formadores, hacedores y ejecutores de la sociedad de sociedades, soñada por los grandes hombres como Tomás Moro, Marx , Engels, Lenin y porque no decirlo los amautas del grandioso Tawantinsuyo.
