Viernes 13 de abril de 2012
ver hoy
Editorial y opiniones
ENTRE COLUMNAS
En Semana Santa: Milagros, torpezas y tropezones
13 abr 2012
Por: Rodolfo Mier Luzio
La Semana Santa que pasó, nos trajo una variedad de reacciones, como por ejemplo, la aparición del Presidente de la República Bolivariana, en una iglesia y con un discurso diferente a lo habitual; ese, podría considerarse un milagro.
Si antes, por ejemplo, el Presidente Chávez de Venezuela, descargaba todos sus ataques en contra de la Iglesia y sus sacerdotes; hoy con sinceras palabras (eso queremos creer), visiblemente conmovido, se declaró ferviente seguidor de Cristo.
“Dame vida. Que sea vida llameante, vida dolorosa, no me importa. Dame tu corona, Cristo. Dámela que yo sangro, dame tu cruz, 100 cruces, que yo las llevo, pero dame vida. No me lleves todavía, dame tus espinas, dame tu sangre, que yo estoy dispuesto a llevarla pero con vida", agregó durante la eucaristía realizada en su región natal de Barinas, por su salud.
El Presidente de la República de Venezuela, finalizó expresando: "Estoy convencido que Dios ayuda a Chávez y a sus amigos". Nobleza obliga, debemos considerar que sus palabras, tenían la sinceridad, como las lágrimas que escaparon al pronunciarlas, conmovieron a todos los asistentes; sin embargo, también, existe una duda razonable, porque fueron dichas en plena campaña a la presidencia y conociendo los antecedentes de persecución a la iglesia, que alguna vez le restaron algo de popularidad. Todos esperamos que sus palabras tengan la sinceridad que amerita una declaración inesperada y profunda, al mismo tiempo.
