Anita la can confidente de su ama

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La relación entre un perro y su amo puede ser algo verdaderamente especial, un vínculo único para toda la vida, incluso hasta después de la propia muerte, el amor que nos brinda una mascota es incondicional e insustituible.

Anita es una perrita de raza Habanera tiene cuatro años, su dueña es Briscia una adolecente que quiere mucho a su compañera y amiga desde que nació.

“No solo es una mascota, ella para mi es mi amiga, mi hermana y mi confidente. Siempre me urge llegar a casa para estar con Anita y contarle todo lo que me pasa”, contó Briscia.

Asimismo, explicó que Anita no solo es importante para la familia, sino para todos los que la rodean con su cálida personalidad y aceptación. Por supuesto, ella ladra a todos, pero una vez que conoce a las personas acepta el cariño de quien se lo ofrece.

Anita, siempre es la primera en recibir a los invitados, mostrando las habilidades que tiene, como saltar de dos patitas y haciéndose a la muerta, pero lo que más presume son sus juguetes que lleva en su boca para mostrar a todos.

“A ella le gustan mucho las golosinas, en especial los chocolates, siempre espera que alguien de la familia le dé un dulce cuando llegan de la calle, y con eso Anita se pone muy feliz y contenta”, relata Briscia.

Los papás y hermanas de Briscia consideran a su mascota como un miembro más de la familia, porque siempre está acompañándoles en todo momento, con su amor incondicional y con la alegría que transmite.

“Respetar a los animales es una obligación, amarlos y convivir con ellos es un privilegio”, afirmó.

Fuente: LA PATRIA