La verdad detrás de los bloqueos

Una larga fila, de unos 7 kilómetros, de camiones, omnibuses, “surubíes”, carros particulares y otros, fueron el resultado de un bloqueo de caminos en la ruta que une los departamentos de Cochabamba y Oruro, por parte de los productores de hortalizas del valle bajo quienes se oponen a la internación de productos extranjeros que les quitan mercado.

Según los productores, el problema es que los aranc eles que se cobran en Bolivia para productos del exterior son bajos y aquellos son internados, de forma legal y de contrabando, aumentando tanto la oferta que a los agricultores bolivianos no les queda otra que bajar el precio de sus hortalizas, lo que no justifica su costo de producción, el margen de ganancia es pequeño.

Quiénes bloquean, están conscientes de que la medida adoptada para protestar es considerada un delito, no obstante, según dijeron es la única forma efectiva de hacerse escuchar. También están convencidos de que cuando tienen intereses particulares o político partidarios, las autoridades hacen lo imposible por llegar, pero cuando se las llama para solucionar problemas de la ciudadanía no tienen la voluntad para acercarse a escuchar sus demandas y ésa es su rabia y su enojo.

Lo negativo de esa medida de protesta es que perjudican a muchas personas que a veces no tienen nada que ver con el conflicto que generó el bloqueo. Hay ciudadanos que tienen urgencia de viajar, algunos lo hacen inclusive por cuestiones de salud. En el bloqueo de los productores del valle bajo se tuvo que dejar pasar a un vehículo que trasladaba un ataúd con un cadáver, esos extremos no se ven normalmente pero ilustra muy bien lo que pasa cuando se levantan esas barricadas.

En cuanto al tema que originó el bloqueo no es de fácil solución, ya que los productores no sólo se oponen a los productos que entran al país, de contrabando, sino a los que les quitan mercados y merman su economía, pero es difícil cerrar fronteras porque Bolivia tiene convenios y compromisos con otros países, y es una manera de impedir que la nación caiga en una hiperinflación.

Por otra parte, los productores señalan que por el tiempo delicado que viven Bolivia y el mundo por la pandemia del coronavirus, las fronteras deberían ser cerradas porque se tiene el temor de que a través de los productos de importación entren enfermedades como el Covid-19.