Castillos en el aire

Seguro que a muchos les suena la frase “construir castillos en el aire”, que se refiere a fantasear, o ilusionarse con alguna idea sin tener fundamento alguno para ello. Comenzamos con dicha frase porque eso pareció ser para casi la mitad de Bolivia, la interpelación del ministro de Gobierno, Carlos Eduardo Del Castillo, quien habló de lo ocurrido en noviembre de 2019, cuando se desató la violencia ante la sospecha de un fraude electoral perpetrado por el entonces gobierno del Movimiento Al Socialismo, MAS.

En el hemiciclo de la Asamblea Legislativa Plurinacional, tanto oficialistas como opositores defendían a capa y espada sus posiciones, con pugilato y todo. Cuando finalmente se calmaron, en algo, los ánimos, el ministro Del Castillo a los gritos dio su versión de los hechos, calificando al informe de la Organización de los Estados Americanos, OEA, como “panfleto” que según él no tiene fundamento alguno para señalar que en Bolivia hubo un fraude, asimismo se dirigió a la oposición desafiando a que presenten pruebas de dicha irregularidad.

El interpelado terminó demandando a los legisladores de la oposición que se sumen al pedido de juicio de responsabilidades contra la expresidente Jeanine Áñez, por la corrupción en su gestión de gobierno, además para hacer justicia por las muertes de Sacaba y Senkata, sin embargo, leyó sólo los nombres de las personas que apoyaban al expresidente Morales, y no figuraban como víctimas de los enfrentamientos en esas localidades los ciudadanos que fallecieron también, pero no apoyaban al MAS, y ese fue un reclamo que le hizo al ministro, uno de los diputados de la oposición.

Asimismo, se repudió el hecho que Del Castillo haya usado las redes sociales para llamar a los partidarios del MAS con la finalidad de que le brinden su apoyo, con la mayoría que tiene ese partido político, pese a que la autoridad ministerial no logró aclarar nada, salió aclamado y en hombros luego de la interpelación.

Para muchos civiles, que sufrieron el amedrentamiento, destrozo de sus bienes muebles e inmuebles, cuando los partidarios del MAS corrían por las calles golpeando a la gente, disparando y gritando “ahora sí, guerra civil”, la interpelación a Del Castillo sólo fue una burla y un show para darse un baño de popularidad. Para otros ciudadanos que viven fuera de Bolivia ese tipo de espectáculos se darán mientras opositores y oficialistas mantengan con terquedad sus posiciones, en una pulseta por ganar el poder en lugar de buscar la unidad de la ciudadanía por un bien común.

No obstante, el ministro, durante su alocución comparó a Áñez con el dictador Luis García Meza, asegurando que quedó científicamente demostrado que hubo un golpe y no un fraude, aunque tampoco mostró pruebas de ello, y finalmente señaló a la oposición y les dijo “ustedes jamás serán mayoría en este país, ustedes jamás van a ser el pueblo”, una vez más, descalificando a la parte de la población que no apoya al partido de Gobierno.