Algunos son profesores y otros son maestros

Por lo general se suele emplear las palabras maestro y profesor como análogos, sin embargo, no significan exactamente lo mismo; el profesor es quien enseña un conjunto de saberes, el maestro en cambio es aquel al que se le reconoce una habilidad extraordinaria en la materia que instruye.

Los profesores por lo general se dedican a enseñar saberes que también aprendieron en sus años de instrucción en una escuela normal, aunque en la actualidad se necesitan más de los maestros, porque no basta con enseñar de la forma tradicional los conocimientos que aprendió para transmitirlos a sus alumnos, sino que debe emplear estrategias para llegar a los estudiantes que son cada vez más exigentes.

Ayer se recordó el Día del Maestro, los mensajes llenaron las redes sociales con felicitaciones a los docentes de las diferentes materias y de los distintos grados, desde los niveles iniciales hasta la educación superior, pero una verdadera celebración sería reconocer a los educadores la labor que deben realizar, no la que se ve, sino las horas que pasan preparando su clase, luego revisando tareas y exámenes, que no se cuentan para el salario.

Este es el segundo año consecutivo que la educación tuvo que reinventarse, en la gestión pasada comenzó el año lectivo como cualquier otro, los estudiantes llenaron las aulas y ya se rumoreaba sobre un nuevo virus que había afectado a un gran porcentaje de la población en China, y se veía casi imposible que el mortal virus fuera a llegar a Bolivia, pero ocurrió, de repente irrumpió en este país, ingresando en primera instancia en Oruro, luego se repartió por todo el país y ahora se enfrenta una tercera ola más virulenta y mortal que la primera.

Fue así como la educación en general tuvo que cambiar y la tecnología jugó un papel fundamental, muchos maestros, con conocimientos del siglo pasado, si vale la frase, tuvieron que adaptarse y utilizar las aulas virtuales, las clases a distancia, al teletrabajo, para poner todos sus conocimientos a disposición de sus estudiantes, quienes, dicho sea de paso, aventajaban a muchos de los profesores en conocimientos tecnológicos.

Los docentes tuvieron que soportar burlas, trampas, sabotajes que no provenían necesariamente de sus alumnos, sino de personas que irrumpían en las clases virtuales, por lo que tuvieron que aprender a asegurar sus aulas, además que convirtieron sus salas, comedores y otros ambientes de sus propios hogares en aulas para que sus estudiantes pudieran aprender mejor, también tuvieron que adaptar sus conocimientos y ponerlos al servicio de la tecnología, de manera que pudieran llegar de la mejor manera a sus pupilos. Además, que mediante videos enviaban mensajes de ánimo y de cariño a sus estudiantes.

Con todo eso, los profesores que se esmeraron para reinventarse, sacar tiempo al tiempo, darlo todo por sus estudiantes, demostraron ser unos verdaderos maestros, y no sólo eso, sino que mostraron al mundo que la educación es un apostolado en toda regla y que ellos estuvieron dispuestos a cumplirlo más allá de su deber, por lo que merecen nuestro respeto, reconocimiento y gratitud por formar seres humanos de bien.