Miercoles 02 de junio de 2021

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La población pasa por un álgido drama familiar porque el coronavirus causa la muerte de más personas, siendo incontrolable el padecimiento que se siente.
Desde nuestros hogares pidamos a Dios escuchar el clamor y plegarias del pueblo, dándonos el vigor para no desfallecer en el intento de enfrentar al enemigo que estropea el cuerpo humano.
Comenzando del presidente de la República y sus ministros, deben actuar con seriedad para evitar un mayor padecimiento, poniendo en práctica las prerrogativas constitucionales que les obliga a promover políticas destinadas a proteger el bienestar colectivo.
Las acciones a realizarse desde ahora tienen que traducirse en un mayor esfuerzo responsable que vaya en provecho de todos los bolivianos mejorando la calidad de vida.
A la par de estas autoridades, también el Gobernador y el Alcalde de nuestro distrito, tienen que redoblar el apoyo a las operaciones de emergencia por ser una función suprema de primera responsabilidad.
De manera fraterna es imperioso recalcar el pedido a las familias orureñas acatar las restricciones establecidas para que no se expongan al peligro de aumentar las víctimas fatales de la enfermedad.