Derechos del niño en Bolivia tienen como gestora a Aida Albarracín
12 abr 2012
Fuente: La Paz, 11 (ANF).-
La declaración de los “Derechos del Niño Boliviano”, que se celebra este jueves, tiene una paternidad, aunque en este caso una maternidad, pues, es el resultado de duras gestiones que realizó la periodista Aida Albarracín Valda.
El Día del Niño en Bolivia se celebra el 12 de abril, conmemorando la declaración de los derechos de este grupo poblacional, siendo motivo, en la actualidad, de múltiples festejos.
“El Día de los Derechos del Niño” en Bolivia fue establecido por Decreto Supremo 1017, del 11 de abril de 1955, los trece principios fueron reconocidos por el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, adelantándose cuatro años a la declaración de la Organización de Naciones Unidas, que lo hizo en noviembre de 1959.
Los trámites e intentos comenzaron hace más de medio siglo, pues el Decreto Supremo 1017, del 11 de abril de 1955, no salió por generación espontánea, sino fue el corolario de insistencias de Albarracín, de idas y venidas, de haber escuchado incontables veces el tradicional “vuélvase mañana”.
A pesar de las dificultades con las que tropezó en su afán de tratar de proteger a la población infantil del país, no declinó, pues, su voluntad férrea y el apoyo del entonces oficial mayor del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, Aníbal Aguilar Peñarrieta (†), llevaron a buen puerto la defensa de la niñez.
La motivación para gestionar esta medida fue que los políticos de esa época, con una historia de reformas estructurales con la Revolución del 52, no se habían acordado de la población infantil, asegura Albarracín al indicar que esta ausencia le condujo “a tocar puertas” incansablemente.
Con Aguilar Peñarrieta que, finalmente, apostó por el objetivo de Albarracín, se logró la preparación del proyecto de decreto que fue elaborado por el abogado y Oficial Mayor del Ministerio de Trabajo.
La inquietud de la periodista de amparar y celebrar a la población infantil logró que un año antes, en abril de 1954, se realizará “un festival para los niños pobres” en el Teatro al Aire Libre de La Paz con la participación de artistas nacionales y extranjeros. Esta actividad también fue apoyada por el Ministerio de Trabajo.
La promotora de esta celebración expresa su complacencia por los festejos, pero manifiesta su constante preocupación por la situación de riesgo para la niñez, pues, hoy como ayer está tan vulnerable.
La “revolución” por la niñez que emprendió Albarracín en su lucha sin cuartel por la defensa de esta población tan vulnerable ya en el siglo pasado y en la actualidad, no llegó a su fin con la “Declaración de los Derechos del Niño Boliviano”, porque si bien fue un gran adelanto el reconocimiento legal, igual los trece principios aún no se los aplica a cabalidad.
UN FUTURO SIN PRESENTE
Si la niñez es el futuro del país debe ser protegida en el presente y no sólo limitarse al festejo de un día, aunque esto por sí ya es una gran conquista. Los trece derechos deben ser recordados a diario para ponerlos en práctica automática.
“El proceso de urbanización excluye de los servicios vitales a cientos de millones de niños y niñas en las ciudades y los pueblos”, advierte el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en su informe Estado Mundial de la Infancia 2012: Las niñas y los niños en un mundo urbano.
Y esta realidad no está lejos de la realidad de la población infantil en Bolivia a pesar que los derechos del niño señalan como primer principio el “derecho a nacer en condiciones adecuadas rodeado de las máximas atenciones higiénico-médicas”.
Estableciendo “el derecho a la protección integral de su vida”, además de que tienen “derecho a conocer a sus padres y llevar un nombre que no sea lesivo a su condición humana ni constituya un estigma social de reconocimiento negativo”.
“El derecho a todas las oportunidades de la vida desde su nacimiento hasta el desarrollo completo de su personalidad”.
“El derecho a ser alimentado, asistido, instruido y educado suficientemente para gozar de las prerrogativas de todo ser humano”.
“El derecho a no ser maltratado moral o materialmente por los suyos o por cualquier miembro de la colectividad”.
“El derecho a ser respetado en sus creencias religiosas”, “el derecho a la igualdad, a la relación social y al contacto con todos los niños”.
“El derecho a escoger las actividades y juegos de su preferencia y la orientación libre para su profesión”.
“El derecho preferencial de protección y ayuda con relación a los otros miembros de la sociedad”. “El derecho a todas las medias de previsión y seguridad social”.
“El derecho de reclamar contra la explotación de su trabajo por parte del Estado, sus padres, tutores y apoderados”.
“El derecho al respeto de parte de los demás en cuanto a su dignidad y al goce de todo lo bello”.
Estos son los trece principios para amparar a la población infantil que el país tiene en vigencia desde hace 57 años.
Fuente: La Paz, 11 (ANF).-
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