Los problemas los enriquecieron

La mala conciencia de algunos políticos hizo que se usen los problemas y la búsqueda de soluciones para enriquecerse, quizás no todos participaron y eso se debe investigar, porque como en todo, existen personas con buenas intenciones y otras con dudosos objetivos; y todo a costa del pueblo, sus necesidades y sus aportes, de esos ciudadanos que lo único que quieren es vivir en paz y prosperar en su propia nación, contribuyendo a su crecimiento.

Sólo las investigaciones que se realizan darán luces sobre la participación de las diferentes personas involucradas, quienes fueron quizás movidas por la ambición y aprovecharon el corto periodo en el poder para enriquecerse de alguna manera, no precisamente con trabajo esforzado, sino que utilizando el clamor de las personas de ser protegidas por sus fuerzas del orden y sus fuerzas armadas.

La excanciller, Karen Longaric, explicó que los decretos no se aprueban para que las autoridades cometan corrupción, sino que se hace con un determinado fin y cuando en que se firmaron los decretos para la compra de material antidisturbios y no bélico, el país vivía momentos delicados por los bloqueos y protestas que inclusive llegaron a bloquear el oxígeno medicinal para los pacientes con Covid-19, llegando a morir decenas de ellos por falta de ese insumo médico.

Otro momento álgido para el país fue cuando se desató la violencia luego del fraude electoral que llevó a Evo Morales a un cuarto mandato, pues Bolivia se polarizó y se dividieron las opciones entre quienes denunciaban el fraude y pidieron la renuncia del exmandatario y quienes preferían que se quedase a seguir gobernando. Simpatizantes del socialismo del Siglo XXI aterrorizaban en diferentes ciudades, corriendo por las calles pidiendo guerra civil, quemando instituciones públicas y privadas y amedrentando a los civiles, por lo que la ciudadanía pidió que alguien se hiciera cargo, lo hizo Jeanine Áñez por sucesión constitucional, pero luego ella y sus colaboradores se aplazaron al gobernar con semejantes actos de corrupción.

La justicia debe ser ahora implacable para evitar que actos de corrupción, como el denunciado contra Murillo, se repitan y dañen al país, pero eso no quiere decir que se exima de culpa a los allegados al proceso de cambio, que también pusieron a Bolivia en los primeros lugares entre los países más corruptos de Latinoamérica y el mundo.

Además, que este caso no sirva como cortina de humo para impedir que se vea la dramática situación que se está viviendo con la salud, pues la falta de insumos médicos, medicinas, hospitales y personal médico está matando a la población, y lo último que los gobiernos atienden es este rubro, por lo que la ciudadanía debe mantenerse atenta y no bajar la guardia para hacer que las autoridades atiendan estas carencias lo más pronto posible.