Concursos de belleza y su trasfondo

Anoche se eligió a la nueva Miss Universo, con detractores y fanáticos de ese tipo de concursos, ya que cada quien expresa su desacuerdo o su apoyo según cómo vean a este acontecimiento.

Las feministas ven en esos concursos la cosificación y sexualización de la mujer, porque muestran sus atributos físicos según unos estándares impuestos por la organización del certamen. Pero, por otra parte, están quienes disfrutan la competencia, la mayoría se deleita con la belleza física de las mujeres que concursan, pero el espíritu del certamen ha cambiado en las versiones más recientes, en especial la de anoche.

Es verdad que por este tipo de concursos pasaron chicas hermosas que, quizás por los nervios o por su escasa preparación, al momento de contestar las preguntas que les hacían, como se dice en el lenguaje popular, metieron la pata de la manera más jocosa, hasta se hacen recuentos de las respuestas más desconcertantes para reírse y para no ponerse a llorar de la decepción.

Por ejemplo, Gabriela Oviedo causó gran revuelo cuando en el concurso realizado en Ecuador señaló: “yo soy del otro lado del país, del lado este, (donde) somos altos, gente blanca y sabemos inglés (...) La gente que no conoce mucho sobre Bolivia piensa que todos somos indios, del oeste del país”. Giovanna Salazar, Miss La Paz dijo:” Los certámenes de belleza están hechos para personas que gustan de los certámenes de belleza. Por ejemplo, a mí me gusta el fútbol y no el básquet, gracias”, dejando desconcertados a todos.

Ejemplos como esos hay muchos, y hacen que la gente se cree un estereotipo de los certámenes y se arraigue la creencia errónea de que las mujeres bellas no son inteligentes, la cual en parte se rompió en el concurso de anoche, ya que las chicas, inclusive las que no quedaron entre las finalistas, hablaron de los problemas sociales que se viven en todos los países, como la violencia, la pobreza, las desigualdades, la discriminación y de qué hacen ellas para cambiar esas situaciones mostrando a mujeres empoderadas y capaces de lograr sus sueños.

Un ejemplo claro es el proyecto de la representante boliviana, Lenka Nemer, que ganó el primer premio al Mejor Proyecto Social del Miss Universo y 10 mil dólares, por los huertos urbanos que están destinados a mejorar la calidad de vida de las personas en Santa Cruz, enseñando a los menos favorecidos a plantar sus propios huertos y cuidarlos para tener con qué alimentarse.

Es cierto que pululan rumores sobre lucro ilegal, corrupción, prostitución y faltas a la ética en este tipo de certámenes, pero la participación, anoche, de las concursantes definitivamente mostró otra cara del Miss Universo.