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Martes 11 de mayo de 2021

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Editorial y opiniones

Editorial

La dura batalla contra el Covid-19

11 may 2021

Las personas que tengan acceso a las vacunas deben recibir las dosis recomendadas por los médicos, y quienes no puedan acceder a ese servicio deben continuar con las medidas de bioseguridad, inclusive quienes ya fueron vacunados, no deben confiarse y bajar la guardia

El mortal virus le está dando dura batalla a la humanidad, en Bolivia, algunos departamentos ya han entrado en la “tercera ola” de contagios, por el elevado número de casos que se presentaron en los días recientes, elevando las cifras a más de 318 mil casos acumulados, más de 13 mil decesos.

Cada día se detectan más de mil casos nuevos de infectados con el coronavirus, pese a la vacunación que se ha implantado, por lo que el Gobierno debe planificar otras estrategias más efectivas para detener la propagación del virus que aqueja a la población, puesto que en departamentos como La Paz y Cochabamba ya no tienen camas en terapia intensiva, y en muchas clínicas y hospitales no existen camas ni siquiera en las habitaciones comunes.

El drama que viven a diario muchas familias bolivianas es grande, pues el virus es tan agresivo que es una suerte si los enfermos salen vencedores, pues muchos no lo logran y las muertes suman y siguen, enlutando a muchos hogares.

Pese a este panorama, aún no hay una política de combate contra el coronavirus, que no sea sólo mediante la vacunación. Definitivamente la ciudadanía está reacia a una nueva etapa de confinamiento, pero quizás sea una solución para evitar mayor propagación de la enfermedad, porque se ve que existen ciertas restricciones como la suspensión del Carnaval de Oruro, fiestas y el funcionamiento de algunos locales en horas de la noche, pero hay otras que aglomeran a personas sin que nadie haga respetar las restricciones que se imponen desde los comités de emergencia, como la fiesta que se tuvo recién en Sabaya, amenizada por el grupo alemán Mr. President, donde no se respetaba el distanciamiento social.

Quién no ha padecido la enfermedad no puede opinar por quienes sí pasaron por esta situación, ya que es difícil combatirla, los remedios son caros, cuando se consiguen, el tratamiento es largo y doloroso, además, si es que el paciente logra sanar y sobrevive a la enfermedad quedan secuelas.

Siendo una dolencia tan complicada y de tratamiento costoso, las personas deberían ser más cuidadosas para evitar la propagación del virus y al menos seguir al pie de la letra las medidas de bioseguridad que se aconsejan, como el uso de lavandina en pediluvios o trapos húmedos empapados en dicha sustancia, lavarse las manos con frecuencia y desinfectarlas con alcohol, usar en todo lugar público el barbijo o cubre bocas, y sobre todo mantener el distanciamiento social.

Por otra parte, las personas que tengan acceso a las vacunas deben recibir las dosis recomendadas por los médicos, y quienes no puedan acceder a ese servicio deben continuar con las medidas de bioseguridad, inclusive quienes ya fueron vacunados, no deben confiarse y bajar la guardia. También es recomendable que se suban las defensas mediante la alimentación, el ejercicio, de esa manera se puede contribuir a que al menos disminuya el número de casos de contagio por coronavirus.

Cuidarnos y evitar la difusión del virus es tarea de todos.

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