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Domingo 09 de mayo de 2021

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Editorial y opiniones

Editorial

Bienvenida a las aves migratorias

09 may 2021

En síntesis, o se deja de contaminar el ambiente, o se buscan otras soluciones para dejar de destruir el hábitat de las aves migratorias y de otros animales, en cambio debemos aprender a aplicar las tres R a nuestra vida: reducir, reciclar y reutilizar

Ayer se recordó el Día Internacional de las Aves Migratorias, una jornada que se creó para reflexionar sobre la destrucción de los hábitats de las aves y el daño que reciben estos animales por la contaminación ambiental.

Según los ambientalistas, se suele encontrar plástico en los estómagos de las aves, lo que les provoca enfermedades e incluso la muerte, por lo que es necesario concienciar a las personas en lo referente a esta situación, pues con el simple hecho de organizar lanzamientos de globos ya se está atentando contra la vida de estos animales, también con el uso y desecho de envases desechables. Ya lo vimos hace poco en el lago Uru Uru, se tuvo que organizar una limpieza para evitar que el lago y su flora y fauna mueran y desaparezcan.

Las aves migratorias van en busca de buen clima, por lo que viajan miles de kilómetros para anidar en lugares cálidos y con suficiente vegetación para sobrevivir, pero la acción humana hace que esos sitios vayan desapareciendo, por lo que también se afecta a las aves ya que no hallan un lugar donde hacer sus nidos ni vivir.

Por lo general, las aves migratorias eligen como hábitat humedales, bosques o selvas, es decir, lagos, ríos, y otros porque tienen las condiciones propicias para la vida, con abundante agua y vegetación para alimentarse, crecer y reproducirse, y por eso migran, para encontrar el lugar más adecuado para quedarse, pero si no tienen las condiciones creadas por la propia naturaleza para dicho fin, este tipo de aves tenderá a desaparecer.

Pese a que la protección de la fauna y flora es responsabilidad de todos, sólo los voluntarios y activistas ambientalistas son los que realmente se preocupan de las aves y su condición de vida, del hábitat y el entorno, lo que también debe llevarnos a la reflexión, porque, por ejemplo, al cumplir algún aniversario, en los partidos de fútbol y otros acontecimientos sociales, se organizan lanzamiento de globos, que luego van a parar al estómago de las aves y otros animales.

De igual manera, los plásticos al ser livianos viajan con el viento, contaminando grandes extensiones de terreno, por lo que se debe reducir el uso de los plásticos de un solo uso. Por un tiempo se creyó que el uso de bolsas de tela sería la solución, sin embargo, hay gente que usa las mismas por un tiempo y luego las desecha, tardando inclusive más que el plástico en biodegradarse, convirtiéndose en un agente más de la contaminación del ambiente.

En otros países se dieron soluciones integrales a estos problemas, y quizás sea el momento de hacer lo mismo en Bolivia, en algunas regiones ya se dieron los primeros pasos para tratar de reducir la excesiva existencia de plástico, por ejemplo, se desarrolló un emprendimiento en Cochabamba que se dedica a la fabricación y venta de mangueras de pvc, hechas con bolsas de plástico.

En Paraguay se decidió usar la ropa, que a mucha gente ya no le sirve, para procesarla y convertirla en asfalto para pavimentar sus carreteras y calles de la ciudad.

En síntesis, o se deja de contaminar el ambiente, o se buscan otras soluciones para dejar de destruir el hábitat de las aves migratorias y de otros animales, en cambio debemos aprender a aplicar las tres R a nuestra vida: reducir, reciclar y reutilizar.

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