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Viernes 09 de abril de 2021

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Perspectiva Minera

Minería sigue frenando su desarrollo por la falta de incentivos financieros

09 abr 2021

Sin novedades en la minería transcurrió primer trimestre

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Perder tres meses sin solucionar los problemas que atingen a la minería es realmente un hecho preocupante, considerando que para muchos expertos la seguridad de la economía nacional, debe afirmarse con una minería altamente productiva y eficientemente rendidora, mejor si avanza a su industrialización.

Entendidos en la materia, destacados profesionales, ex autoridades de Estado, algunos empresarios y no pocos dirigentes mineros y trabajadores del sector, no dudan en señalar a la minería y metalurgia como pilares de la futura economía y estiman que se hace necesaria una política minera, renovada y adecuada a la realidad del país para incentivar la producción en el sector estratégico minero metalúrgico nacional.

Políticamente el tema se maneja en otro sentido y aunque el rubro de petróleo y gas, tiene privilegio de financiamiento para materia exploratoria, es un rubro en que los beneficios de este recurso natural no renovable son importantes, mientras se posterga sin ninguna justificación valedera, el otorgar similar atención al objetivo paralelo de la exploración y prospección minera.

Se trata de la visión comparativa y de seguridad operativa y rendidora, del buen uso de nuestra riqueza natural no renovable, hidrocarburos y minerales. Para ambos casos, la estrategia del desarrollo debería marchar paralelamente, en diseño de proyectos, adecuado financiamiento para exploración y seguimiento permanente de los trabajos programados para alcanzar, en ambos sectores el objetivo deseado de garantizar resultados que se conviertan en ingresos para el Erario Nacional y además en presupuestos operativos para las regiones, mediante impuestos y regalías, pues de eso se trata, lograr el crecimiento armónico del país, con un eficiente uso de las utilidades que generen nuestros recursos naturales no renovables, debidamente procesados y rigurosamente controlados en su solidaria distribución.

Por supuesto que este proceso implica cambios radicales en la estrategia del sistema gubernamental, en el que predomina la tendencia política partidista que responde a presiones sectarias y “descuida” el interés nacional que espera de una vez, la definición de un proyecto de desarrollo general, por encima de las tramas de enfrentamientos políticos, que solo dañan nuestra unidad.

Experiencias en muchos países, lo mejor de sociedades que trabajan por sus mancomunidades y las que se observan en algunos de la más próxima vecindad de nuestra región sudaméricana, nos muestran diariamente que es mejor la convivencia pacífica, y no el enfrentamiento politiquero que desune y causa daño a la colectividad, retrasando el derecho a vivir con dignidad.

Golpe de timón

En nuestro medio, lamentablemente persiste la vigencia de cierta corriente partidista, que altera las opciones de cambio y favorece ciertos intereses que están más próximos al usufructo del poder y no a la solución de la problemática económica que se ve frenada por aspectos de intolerancia gubernamental.

Lo que se observa al final del primer trimestre del año en curso, es que no se logró reactivar el aparato productivo en general, pero con mayor perjuicio en los sectores de la minería y metalurgia, que no perciben un soporte eficiente que pueda equilibrar el desfase ocasionado por millonarias deudas de la Empresa Metalúrgica con los distritos mineros que le proveen concentrados.

Perecería un tema muy particular y de verdad que lo es, dada la estratégica situación minero-metalúrgica que está desfasada por la vigencia de un factor altamente nocivo al sector minero estatal que confronta serias limitaciones para cumplir mínimamente su rol productivo regular.

No hay medidas estatales que solucionen específicamente los problemas de la denominada “minería tradicional”, como Huanuni que no logra poner en marcha su millonario ingenio y por lo mismo no tiene capacidad de aumentar su volumen de concentrados. Colquiri mantiene su ritmo productivo, aunque reducirá su cantidad porque no tiene flujo económico para cubrir premiosas necesidades y no hay visos de que pueda cobrar lo que se le debe.

Lo que preocupa al sector minero y lo han expresado representantes sectoriales, es que no hay autoridad que solucione el problema, tomando en cuenta que se trata de un hecho generado al final de un prolongado proceso cuyo principal protagonista, es parte del actual esquema.

Frente a esa situación y tratando de encontrar soluciones prácticas, es que se ha sugerido la aplicación de un “golpe de timón” que ejecuten las autoridades sectoriales , con apoyo claramente definido por el Ejecutivo , para cambiar el sistema minero nacional, partiendo de la reestructuración de la Comibol, aprobando una “política minera” que sea responsable de actualizar la Ley Minera, reglamentarla y convertirla en instrumento que priorice la exploración de nuevos yacimientos mineros, para su habilitación productiva en gran escala.

Incidencia “no renovable”

Sin embargo el problema se acentúa con los factores internos que explican el débil crecimiento económico de los últimos meses con un desempeño negativo del sector de los “no renovables” como son el petróleo y la minería que por la incidencia que tienen en la conformación del PIB, disminuyen el crecimiento general, tomando en cuenta que son precisamente los más importantes para asegurar la base del presupuestonacional, según lo estima el propio BCB.

Las dudas en el sector minero se acrecientan por la falta de información oficial sobre el desempeño de la actividad económica, lo que impide conocer una apropiada estadística que pueda guiar a los empresarios y profesionales de los importantes rubros de la minería y metalurgia sobre posibles alternativas para encarar proyectos que inciten a inversiones nacionales o extranjeras para dinamizar una nueva minería dirigida a su industrialización metalúrgica.

Lo importante en el rubro que nos ocupa específicamente, la minería y metalurgia, es que se impulsen medidas estatales, especialmente de estimulación a las inversiones, buscando un equilibrio que permita un balance con lo que se dispone para el rubro de petróleo y gas, lo que constituirá el manejo de un estratégico proyecto del fortalecimiento de explotación de nuestras riquezas naturales (no renovables) con planes definidos, que garanticen por doble partida, inversiones y resultados. Para lograr este objetivo hace falta el “golpe de timón”.

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