Miles de manos se unen para salvar al lago Uru Uru

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Diferentes campañas de concientización y limpieza se vienen registrando en esta semana, con el fin de devolverle la vida a las planicies que anteceden al lago Uru-Uru, hoy contaminado debido al efecto del mal depósito de residuos sólidos de parte de una ciudadanía, que al parecer está ajena de la crisis ambiental a la cual se enfrenta, y que pronto hará mella en el convivir del urbanismo orureño que va matando un ecosistema especial que regula la vida del ciudadano orureño.

Por eso se lo denomina como el “Lago del Milagro” porque de una catástrofe ambiental que iba a anegar diferentes comunidades del municipio del Choro, las aguas se fueron acomodando en un embudo natural que, con el paso de los años albergó vida convirtiéndose en un sitio Ramsar a partir de la época de los años 2000, cabe aclarar que el lago Uru-Uru no tuvo periodos permanentes de subsistencia, por ser un rebalse estuvo sometido a periodos de tiempo, donde el espejo de agua se reducía a su mínima expresión, dejando grandes planicies (uno de los últimos hechos registrado entre 1995 y 1999), pero siempre se consideraba como un humedal de suma importancia que conserva hasta la actualidad una diversidad de especies de fauna y flora que lastimosamente se ven afectados por la contaminación que llega de las ciudades.

Y ese es precisamente el punto de inflexión que tuvo en estos días la información concerniente al lago Uru-Uru, desde la denuncia general que realizó Limbert Sánchez, junto a compañeros de la iniciativa de Promotores del medioambiente, en visitas realizadas al lago pudieron reflejar el tétrico escenario de basura y plástico que rodeaba a las orillas de lago.

Este motivó a que varias personas e instituciones pudieran organizar una cruzada en favor del “Lago del Milagro”, y limpiar el perímetro de las orillas del espejo de agua que fue afectado no solo por el plástico y la basura, sino que por debajo deja un duro golpe a la naturaleza con aguas con residuos mineralógicos y aguas servidas que matan todo atisbo de naturaleza en esta altiplanicie.

Ayer se cumplió con la primera jornada de limpieza, donde policías y otras entidades pusieron manos a la obra para emprender un trabajo titánico en busca de reverdecer las praderas que antecedían al lago Uru-Uru, hoy convertido en planicies de plástico y desolación.

La Alcaldía emprende el trabajo más grande con la participación de varias entidades públicas y privadas, con el único objetivo de cambiar este panorama nefasto que no solo se remite al lago en su parte colindante con el municipio, sino que también se refleja en otras orillas como la zona de Machacamarca, Poopó y otras donde las autoridades de la Gobernación deben poner sus buenos oficios.

Fuente: LA PATRIA