En fin, la incongruencia

Los países latinoamericanos deben elegir entre la salud y la economía, pues no pudieron gestionar la crisis sanitaria ni la financiera, por lo que se presentaron incongruencias en las decisiones de sus gobiernos, por un lado, buscan reactivar el turismo como fuente de crecimiento económico y por otro cierran sus fronteras, durante el feriado de Semana Santa.

En Brasil, uno de los países más golpeados por la pandemia del coronavirus, mientras en algunos estados asumen medidas de seguridad para evitar un mayor número de contagios, el presidente Jair Bolsonaro insiste en que no es tan grave la situación, y no pretende cerrar los centros de recreación, mientras tanto algunas voces de los estados fronterizos con Bolivia, señalaron que no se logrará nada con la decisión unilateral de cerrar la frontera boliviana, y que debía hacerse de forma coordinada y conjunta.

Mientras Bolivia cerró otras fronteras, como la que colinda con Chile, aquel país vecino comenzó recién una nueva etapa de confinamiento, y según cuentan quienes llegan desde esa nación, se ha adoptado una estrategia de confinar a sus ciudadanos cada mes por medio. Lo paradójico es que Chile es uno de los países más avanzados en suministrar la vacuna a sus súbditos, pero eso no evitó que las cifras de contagios aumenten.

Pese a que Bolivia cerró fronteras en diferentes hitos, se promovió el turismo interno, coordinando acciones de bioseguridad con hoteleros, operadores de turismo y agencias turísticas, para evitar que el número de contagios siga subiendo, pero por otra parte se logre reactivar la economía mediante la industria sin chimeneas.

Las redes sociales demuestran la tendencia de las acciones de los bolivianos, quienes compartieron fotografías de los lugares turísticos que visitaron. De todas formas, en Bolivia no se asumieron medidas de confinamiento, aunque sí se cerraron las fronteras para evitar que personas portadoras del virus entren a territorio nacional.

No obstante, la congruencia no estuvo presente desde que llegó a Bolivia el Covid-19, que al ser una nueva enfermedad no se supo qué medidas asumir, las autoridades del gobierno transitorio confinaron a la población por unos cinco meses, al no poder trabajar los ciudadanos sufrieron serias pérdidas en su economía, por lo que cuando se permitió salir por unas horas a la gente, se podía ver aglomeraciones en los centros de abasto, justo lo que se quería evitar.

Es urgente que se planifiquen acciones integrales relacionadas a la prevención y combate contra el coronavirus, de ser posible no sólo en el nivel nacional, sino que se unan los gobernantes de las diferentes naciones para buscar una solución global, de largo alcance, coordinada y sostenida para combatir de una vez por todas la propalación del virus, y también se deben coordinar acciones de recuperación de la economía sin poner en riesgo las vidas humanas.