Una ciudad sin basura es posible

En Suiza, después de un gran desastre ambiental ocurrido en la década de los 80, en el siglo pasado, que puso en peligro no sólo a ese país, sino también a Alemania y Holanda, a través del río Rin, matando a millones de peces e insectos y desabasteciendo de agua a 20 millones de personas, Mientras este desastre ecológico ocurría, los habitantes suizos seguían generando muchas toneladas de basura.

El desastre ambiental hizo saltar las alarmas de las autoridades suizas, que decidieron hacer frente tanto a esa catástrofe como a la generación de basura que afectaba a ese país.

Los suizos reciben de su gobierno bolsas de colores para clasificar la basura, quien no la clasifique será multado con hasta 10 mil dólares, y no sólo eso, sino que cuando alguien no puso algún desecho en la bolsa correcta, se rastreará al dueño de la basura hasta llegar a su domicilio y emitir la sanción correspondiente.

Existen contenedores inclusive para separar las botellas de vidrio de colores de las que no tienen color, hay contenedores para metales, para papel, para cartón, para plástico, para tela y para material orgánico, este último sirve para preparar compost, y en realidad de todos los desechos se aprovecha casi todo para procesar y reutilizar, por lo que se ahorran millones de dólares en disponer la basura.

Por otra parte, la basura que puede ser reutilizada por las compañías debe ser devuelta a sus productores, como las pilas, las botellas de vidrio y otras, para que ellos le den el tratamiento adecuado.

Oruro, antaño era la ciudad más limpia de Bolivia y si se quiere recuperar esa categoría, debemos unirnos como orureños y trabajar en la limpieza de nuestra ciudad, pero como reza el dicho “la ciudad más limpia no es la que más se barre sino la que menos se ensucia”, debemos crear una cultura del aseo, de reducir, reciclar y reutilizar, como lo hacen en Suiza.

Es más, éste debe ser un programa de alcance nacional, en que los diferentes municipios implanten políticas de limpieza de sus lugares, que además sean amigables con el medio ambiente y se cumpla con la clasificación de los desechos sólidos, orgánicos y de otro tipo.

Lo ocurrido con el lago Uru Uru es un ejemplo de lo que se debe evitar, y es lo que nos lleva a reflexionar sobre la limpieza que necesita nuestro ecosistema para darle más años de vida a nuestro gran hábitat que es el planeta Tierra, si tan solo cada ciudadano pusiera su granito de arena se podría lograr un mundo limpio y sostenible, los orureños podemos ser la vanguardia en este aspecto, es cuestión de animarse y ponerse manos a la obra.