Sábado 27 de febrero de 2021
ver hoy
En estos tiempos, se ha podido ver que se optó por medidas que ayuden a encaminar la educación de la población estudiantil y como sobrellevar este aspecto; es así que se recurrió entre estas a los medios de comunicación social como una alternativa, especialmente a la radio y la televisión para encaminar una educación a distancia.
De radio se puede hablar muy poco, pues hay solo algunos espacios educativos, y en relación con las empresas televisivas, sí se nota que se llegó a concretar esta alternativa, aunque también en un grado menor; se vio y se ve, espacios educativos en canales de televisión nacional, por ejemplo.
A lo que quiero referirme en este artículo es que cuando se tramita un espacio en canales de televisión, se debe de adecuar y sujetarse a normas establecidas por estas empresas de la comunicación social, en relación a: espacios limitados, formatos de presentación, etc. propios del trabajo de la comunicación social.
En primera instancia quienes iniciaron espacios en canales televisivos con este fin y que no fueron profesionales de la educación sino comunicadores sociales o personas con interés- de educar, resulta que invitaron a profesionales de la educación, quienes entraron con ganas de enseñar como si fuese en aula, pero resulta que al sujetarse a normas de la emisión de la programación resultaron espacios más recreativos, obviamente complementarios en la formación de las población estudiantil, recayendo así estrictamente en un programa televisivo. Esta situación fue mejorando, y es así que se vio y se ve ahora espacios educativos en que el maestro sí está dando un contenido y también sujetándose al currículo nacional, pero aún se nota limitaciones, por ejemplo, en el tiempo de emisión, o de cómo lograr la interacción con el estudiante entre otros, y lograr así una verdadera comunicación educativa.