Educación, coronavirus y más

Hace poco se publicó en los medios de comunicación el resultado de un estudio realizado en 2017, sobre los niveles de rendimiento en la educación de diferentes países, que reflejaba que Bolivia ocupa los últimos lugares de Latinoamérica, según el ministerio del ramo se quiere hacer esfuerzos pero “desaparecieron documentos”, lo que “dificulta” el trabajo del actual ministro, denunció el director administrativo de esa repartición.

Sobre el exministro de Educación pesan denuncias de irregularidades, en todo caso, en su gestión poco o nada pudo hacer por la educación, ante la llegada del coronavirus al país, para lo que no estábamos preparados, menos aún en el área rural, donde los adelantos tecnológicos no llegaron, por lo que las clases se suspendieron.

De todos modos, en algunos municipios del país, la situación de la tecnología continúa siendo precaria, pese a que en 2013, el Gobierno de turno compró con 302 millones de dólares estadounidenses el satélite bautizado como Tupac Katari y se repartieron computadoras Quipus a estudiantes y maestros, de las cuales se desconoce su paradero en muchos casos.

El satélite tenía la misión de brindar internet, telefonía móvil y señal de televisión, además de servir para la teleeducación, en especial en el área rural, pero cuando se necesitó de sus servicios ante la llegada del Covid-19, se notó la falencia que existe en la educación de esa tecnología que al país le costó un elevado monto de dinero.

Ahora el ministro de Educación autorizó a algunos municipios a pasar clases en el modo presencial y semipresencial, por esas falencias para llegar con la educación a los más recónditos rincones de Bolivia y favorecer a los alumnos de todo el país.

En el Chapare falleció un niño y una maestra a causa del coronavirus, en Machacamarca, los estudiantes asisten a clases presenciales pese a las bajas temperaturas que se presentaron y a que el peligro del contagio de Covid-19 sigue presente, los niños no tienen internet, celulares ni computadoras por lo que deben asistir a sus aulas pese al frío y al riesgo. Las escuelas implementan las medidas de bioseguridad para evitar contagios, pero en algunos casos esa no fue garantía para alumnos y maestros.

Sea como fuere, el Gobierno, por ley, debe garantizar la educación para los niños bolivianos, que es un derecho humano, además tomar en cuenta que Bolivia está muchos años atrás que otros países de la región en cuanto a tecnología, por lo que es menester invertir en ella para mejorar el proceso enseñanza – aprendizaje y por ende el rendimiento académico de los estudiantes.