Prejuicios sociales en la profesión del músico

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Una expresión parecida a esta: “Socorro, mi hijo quiere ser músico”, refiriéndose de forma negativa a la elección de la carrera de un hijo (sorprendiendo está respuesta). Rara vez hay un problema cuando un niño expresa su deseo para dedicarse en un futuro a esta profesión. Esta diferencia se da sobre todo porque los estudios de música se inician a una edad temprana. A veces estudiar música no es una decisión que provenga del niño, sino que son los padres los que lo inscriben a una academia de música y les inducen a que sigan con este propósito. Sin embargo, es en la adolescencia, edad en que los estudiantes ya son más conscientes de todo lo que conlleva el estudio musical, donde elegir ser músico produce la primera “crisis” en los padres y se escuchan expresiones como la ya mencionada anteriormente.

De forma clara se observa este prejuicio cuando el joven ha terminado sus estudios de música o está en proceso de avanzar la carrera de música y tiene la posibilidad de dedicarse a ella al ser integrante de: grupos, orquestas, conjuntos folklóricos, mariachis, etc. Este tipo de actividad profesional es considerada por la mayoría de la sociedad como un trabajo que no es respetable como los otros, pues son actividades donde se piensa que el profesional se transforma en “borracho”, que se lleva una vida llena de excesos e irresponsabilidades. En otras palabras, se crea una mala imagen de una profesión a partir de habladurías, las cuales se transforman poco a poco en un prejuicio que se filtra a los padres, que han delatado las formas que tiene la familia de negar el estudio de la música a sus hijos, mismas que se han convertido en expresiones que se transmiten de generación en generación, lo que muestra de que manera estas frases han construido el imaginario entorno a la profesión de músico a partir de “sustos”, prejuicios económicos y prejuicios sociales.

La sociedad en general, no valora los estudios de música se ve a la asignatura de música como una “actividad extraescolar, de ocio, como un hobbie”, es decir, como un entretenimiento, considerado una pérdida de tiempo. Sin embargo, las materias relacionadas con el arte poseen virtudes enormes para el desarrollo cognitivo de los seres humanos. Por ello, se reflexiona en torno a la materia de Educación Musical cómo representante de las materias relacionadas con el arte.

Estudiar música es muy diferente en muchos aspectos, se requiere de habilidades auditivas, cierta pericia física para ejecutar un instrumento o cantar, además de cierto desarrollo de la sensibilidad “Convertirse en músico profesional se parece mucho a ser un jardinero, para asegurarse el desarrollo como profesional, tiene que tener semillas (preparación mental), mucho sol (conocimiento y habilidad), lluvia (acción física) y además fertilizante (un mentor)”. Interpretando está metáfora, la cual indica los ámbitos en que se tiene que formar un músico profesional es decir tener una formación integral, de igual manera destaca la importancia que tiene las orientaciones de un docente en la formación profesional del músico. Así también Barón, J (2004), “señala que los músicos son “aparentemente” privilegiados, el autor indica que son muy pocos los que soportan la tensión y el trabajo que se requiere para ser músicos profesionales, la mayoría abandonan en el camino.”, esto nos muestra que una de las capacidades del músico es soportar gran cantidad de presión, cosa solo comparable con los médicos cosa que es del desconocimiento general. Además de que no solo cuesta dinero.

El estudio profesional en música requiere de mucho esfuerzo y motivación, la música nunca se termina de estudiar, hay que renovarse y actualizarse constantemente en el área que se desea. La preparación de un músico supone horas y horas de estudio, bajo la fuerte presión del músico mismo.

Se debería dar a conocer las ventajas de la formación musical para valorar a estos profesionales. No es lo mismo estudiar música por hobbie que estudiar música como actividad cultural que va a contribuir en la formación de la persona y generar capital intelectual e identitario a partir de esta actividad, las habilidades que se adquieren como resultado de aprender a tocar un instrumento, se incrementa la capacidad de memoria, mejora la coordinación, disminuye el estrés, e incentiva a la creatividad. Por otro lado, es a partir de materias como Música donde se desarrolla de manera libre la creatividad en los niños, se potencia en los adultos y esta a su vez permite encarar soluciones creativas a distintos problemas en general.

Hay que reconocer que el profesional en música no solamente es intérprete o compositor. Al hablar de profesionales en música se habla de toda persona capacitada para hacer o utilizar la música de alguna manera. El estudio de un maestro de Educación Musical equivale a estudiar tres profesiones al mismo tiempo, es una especie de lingüista musical (pues debe saber lenguaje musical), también se forma como un intérprete de varios instrumentos, asimismo y como principal actividad se debe formar como maestro, para lo que requiere de conocimientos pedagógicos.

Por otra parte la distinción entre lo artístico y lo profesional es evidenciada al definir “¿Qué es ser músico?”. Lo primero que es profesional después somos artistas. “Tiene que ver con el manejo de la técnica, entonces tiene que ver primero, con el perfeccionamiento del manejo técnico de un instrumento musical, como un artesano, después viene la parte artística de la generación de un universo posible. Me parece que la cuestión artística va a un dominio quizás un poco más refinado y no tiene que ver solamente con la música, o sea con tocar algo. Tendría que ver con la parte compositiva es también importante. Para mi ser músico es dedicar todo tu esfuerzo y tu concentración en este caso un poquito al arte, un tanto más a la música que tiene que ver con todos los nexos es decir ver con la literatura, el cine, con el audio, la tecnología.

En algunos casos, la imagen del artista se la reivindica abiertamente con el fin de marcar una diferencia entre la profesión del músico y las profesiones “no artísticas”. La percepción social que hay del músico parte del problema socioeconómico, pues es a partir de este que se puede escuchar las expresiones: “te vas a morir de hambre si estudias para ser músico”, “¿dónde vas a trabajar?”, “¿cómo vas a mantener a tu familia?”, “Borracho te vas a volver”. Mismas que van nutriendo el imaginario social lo que provoca que este tipo de apreciaciones se reproduzca a lo largo del tiempo, es decir hay distintas generaciones de padres que repiten obsesivamente las formulas ya mencionadas. Este hecho afecta negativamente al estudiante, al músico, al terapeuta, al profesor, etc. frenándolos emotivamente en su desarrollo profesional.

Existe la imperiosa necesidad de repensar el lugar del músico en la sociedad actual para que, en base a la reflexión, el músico autocritico trabaje en programas que cambien la imagen que se tiene de él en estos días. Este es un artículo que busca concientizar al músico para que este comience a tomar consciencia de su lugar e importancia para la sociedad. Así también con este artículo se da a conocer a la sociedad que la profesión del músico no es fácil de estudiar, al hacer notar que la música no es un simple hobbie, o un pasatiempo. Esta es una profesión que se comienza a una edad temprana, para el que aprenda pueda dedicarse a esta actividad de forma profesional. Es una carrera que no solo exige años de vida requiere también de habilidades, vocación y dotes personales predominando entre ellas la creatividad y la transmisión de sentimientos o emociones.