La pobre vida de un perro callejero

Sus patitas son y serán siempre el reflejo del sufrimiento en la caminata del dolor, hambre y abandono su mirada constantemente expresara el agradecimiento a quien muchas veces no se merece. ¡Qué ser tan divino!, porque a pesar del daño que sufre, siempre olvida y perdona. Es tan agradecido cuando alguien le brinda su ayuda, están opuesto y lejano a algunos seres humanos. Pero muchas veces debe preguntarse porque lo abandonaron, no se puede decir que “no tuvo dueño”, alguien fue el propietario de aquel perro callejero. Tal vez esa persona, no miro la esencia de un ser tan cariñoso o bien simplemente determino su destino por el sexo entre “hembra y macho”, es una crueldad para este indefenso ser, que hasta el sexo determina muchas veces la suerte que correrá su vida y es tan irónico y verídico que la raza, reflejará el trato y el modo de vida, que tendrá.

Y me queda la duda, y un vacío grande, que en el pensamiento se presenta, acaso son tan desafortunados en su mísera vida de callejeros, que ni tiene el derecho de ser vacunados ni esterilizados, gratuitamente, sabiendo que esta población canina, es la que más necesita de estos programas, cuando les tomaran en cuenta en las políticas de prevención, en algún momento existirá una autoridad que invierta los recursos y piense en ellos, en aquellos olvidados o simplemente terminaran viviendo una perra vida de callejeros.

Pero, porque el hombre siendo un ser humano no logra comprender, sentir el sufrimiento del semejante, porque ante su vista abandona a quien fue su amigo fiel, porque permite irresponsablemente su procreación, si ante esto existe la esterilización que es tan importante para que no existan perros callejeros. Y a pesar de tener conocimiento que por cada persona existen tres perros, que viven en las calles. Y ni una ley como nro. 700, puede frenar esta historia, la única solución es la educación en valores, para una sociedad cegada por los antivalores.

Varios valores son formados, para la convivencia entre los animales y el hombre, la conciencia la responsabilidad y sobre todo el respeto al semejante. Aquí juega un papel preponderante la educación en valores, con una visión de la vida y naturaleza de cuidar, no sólo la vida del ser humano sino de todas las formas de vida a partir del respeto, cuidado, preservación, protección, para actuar en equilibrio y armonía. Estos valores necesarios en la sociedad serán transmito desde la familia y la escuela. En la escuela será el maestro/a, el puntal de la formación que siempre vera al paidocentrismo, como instrumento de transformación, para un aprendizaje integral y holístico, donde los seres interactúen en el margen del respeto. Y pueda lograr la reflexión analítica y critica de la realidad que pasa el “mejor amigo del hombre” y no ser sólo, aquel que observa, por la venta de la destrucción y sea capaz este niño/a, adolescente, poder vivir siempre con la conciencia y el propósito reflexivo que su vida tiene el mismo sentido de respeto, que de un animal. Y así lograr el cambio de la sociedad porque este niño, joven, no es el futuro sino el presente de la transformación donde el mismo habita.