Jueves 21 de enero de 2021
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Desde la aparición de la pandemia (COVID-19), e instalarse en el nuevo mundo con las y los primeros infectados hasta el día de hoy, transcurrieron varios meses afectando el ritmo de vida de todas las personas como también por las largas cuarentenas y confinamientos que afectan nuestro diario vivir, así también se observó en los sectores de: producción, transformación y de servicios.
En consecuencia, el contexto de la situación de la educación escolar se observó desafiado y cuestionado de múltiples maneras. Hoy, vemos enfrentados a encontrar una nueva forma de ejercer el “rol docente” y a replantear, analizar lo que se venía haciendo hasta el momento. Esta crisis, abrió la brecha que existía en la enseñanza del docente en el aula, que de aquí en adelante se puede observar y calificar al docente. Seguros que la aparición de la pandemia (COVID-19) trajo nuevas oportunidades de “aprendizaje y enseñanza”, como diría Paolo Freire “Todos aprendemos en interacción con el mundo”.
Este tiempo de pandemia (COVID-19) está invitando a replantear el nuevo rol de los docentes y a la vez una nueva forma de relacionarse con la comunidad educativa y los contextos sociales y familiares de los estudiantes. A través de las clases online (medios tecnológicos), se abrió las puertas y dejar pasar a través de los muros para llegar al estudiante y a la familia. Para los docentes el trabajo en línea (online) ha significado un cambio radical en el proceso enseñanza aprendizaje, esto implica mucha capacitación en el uso de las nuevas tecnologías, redes sociales como también elaborar y diseñar materiales de enseñanza (módulos, cartillas y guías de trabajo) que prescindan.