Cuestión de imagen

Es cierto que la imagen es importante, una persona bien vestida puede conseguir mucho más que una harapienta, porque los humanos nos dejamos guiar por las apariencias, a la mayoría le entra todo por los ojos, es decir, le llama la atención lo estético porque es la primera impresión, luego que se conoce algo o a alguien más a fondo, muy rara vez se suele cambiar esa imagen que se tuvo en un primer instante.

El nuevo Gobierno, con tres meses en el poder, decidió cambiar su imagen institucional, mediante un ícono diseñado con tejidos de las diferentes regiones del país, reunidos forman la cruz de la chacana. La idea, según sus diseñadores, es manifestar la diversidad cultural que tiene Bolivia.

Sin embargo, no es el único caso, desde hace años que cada que cambia un gobierno, sea nacional o subnacional, se cambia la imagen institucional, pero ¿qué significa cambiarla?, ¿por qué tanto revuelo? La respuesta es el gasto de recursos que se le restan a la gestión o a las obras, pues se debe cambiar toda la papelería y publicidad, tanto de forma escrita como en televisión y ahora en internet.

Cambiar la imagen institucional quiere decir que toda la papelería y todos los logos, publicidad y otros, que se usan, no sólo las autoridades, sino también todas las instituciones ligadas a los gobiernos sean central, departamental o municipal.

Es por lo explicado que esos cambios suponen un gran gasto de dinero que puede ser utilizado en ayudar de mejor manera a la población, puede ser en salud, educación y otras prestaciones o servicios, además de obras para mejorar su calidad de vida, por lo tanto, sería un gasto innecesario, que en esta época de pandemia no se puede realizar.

Por otra parte, el Presidente, Luis Arce Catacora, prometió un Gobierno austero, pero se están ocupando primero de la fachada, mientras pidió que la ciudadanía “aguante” la pandemia, mientras llegan las vacunas, cuando se tiene hospitales y unidades de terapia intensiva colapsados, falta de médicos y enfermeras que atiendan a los pacientes.

Además, muchas veces entran gobiernos que resultan ser transitorios y no se quedan por mucho tiempo, pero en los meses que ocupan algún puesto de poder cambian toda la papelería y lo que se refiere a imagen institucional, se contrata personal para diseñar esa imagen y se gasta mucho dinero en publicidad, gigantografías, poner logos en todas las instituciones y hasta en las obras que se entregan, para luego entregar el poder a otras autoridades que volverán a hacer lo mismo, cambiar todo lo hecho por los anteriores.

Por ejemplo, en Oruro, en un año tuvimos como tres o cuatro alcaldes, cada uno creaba su propio logo y promovía su imagen institucional, suponiendo para el municipio un gran gasto de dinero. Lo ideal sería que se tenga un solo símbolo, que puede ser el escudo nacional o departamental para todas y cada una de las autoridades posesionadas en el cargo de poder, porque lo que importa es la nación, departamento o ciudad, no el partido o la autoridad que ocupa el puesto.