Nos falta fierro

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Nuestro potencial yacimiento de hierro, asentado en la zona oriental del Mutún, colindante con el Brasil, donde ya se genera una industria primaria para obtención de fierro de construcción y además se prevén planes para la producción de acero industrial, tiene preocupadas a las autoridades bolivianas, que lamentan la demora de la empresa china que se adjudicó el proyecto siderúrgico del Mutún, pero todavía no concreta un ritmo de producción que permita vislumbrar objetivos en un corto plazo.

Hay quienes señalan diferentes factores adversos al cumplimiento de metas de producción en la ESM, como se esperaba, pero no faltan profesionales del ramo que propugnan cambios sustanciales en el actual proyecto, para darle la viabilidad que necesita y que la empresa china pueda adecuar su programa de producción a cubrir la demanda de materiales del ramo de la construcción que está confrontando una escases de fierro y postergando y encareciendo sus proyectos de servicios en las principales ciudades del país.

El principal insumo para la construcción es el fierro, en diferentes calidades, medidas y precios, material que no se encuentra en el comercio del ramo y se espera que las importadoras, puedan cubrir la demanda paulatinamente, aunque se vislumbra una elevación en el precio de este material, que según algunos profesionales debería ser el objetivo inicial de la siderúrgica del Mutún.

El problema reinante en el punto de operaciones es parte del anterior proceso de la ESM con la empresa hindú Jindal Steel, que aún persiste, especialmente en el movimiento de cierta maquinaria que utiliza la nueva concesionaria y que mediante alguna orden legal la Jindal la recogerá en derecho propietario. En tanto ocurren esos problemas es de suponer que la interferencia altera las actividades de los chinos que tienen un buen pretexto para justificar su lento trabajo productivo en la consolidación del costoso proyecto, según criterio de los entendidos en el asunto.

Mientras las autoridades asuman responsabilidad en el seguimiento del proyecto, la producción de hierro, su transformación en fierro y en acero, resulta una utopía, como lo reconocen los propios orientales.