Nuestra minería espera soluciones prácticas a problemática conflictiva

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Al cierre de la gestión 2020, los problemas vigentes en el sector de la minería y metalurgia del país no tuvieron soluciones concretas y por lo mismo el nuevo año se inicia con una pesada carga para las autoridades del sector, pero de manera general para el Gobierno, que tiene en la minería y la exportación metalúrgica, una línea especial de provisión de divisas, tanto para el Tesoro Nacional, cuanto para gobernaciones y municipios, donde se ejecutan proyectos de explotación minera y se transforman algunos minerales en metales.

La idea que se arrastra de hace muchos años está dirigida a la industrialización de nuestros minerales, tras un proceso por el que incluyamos valor agregado a ese producto, se entiende que mejorará sus precios y estaremos en posibilidad de abrir nuevos frentes productivos de industria nacional, utilizando nuestra materia prima, atendiendo la demanda de nuestro mercado interno y proyectando luego la dimensión de nuestra industria corporativa.

Problemas vigentes

Sin embargo, en la pasada gestión se han retrasado varias alternativas para ampliar la producción de lingotes de estaño, se planificó incluso la instalación en el mismo complejo metalúrgico de la primera fundición de zinc, que logró incluso, la aprobación de un presupuesto de arranque de 250 mil dólares… pero no se concretó el proyecto, mucho menos el anunciado para Potosí.

Pero tras esa frustración para los orureños y el país todo, un problema de extraños matices, aún no aclarados develó la existencia de una millonaria deuda en dólares de la metalúrgica, precisamente con los distritos mineros que le proveen concentrados para la fundición. La deuda aún no ha sido cubierta, se originó en el periodo del anterior gobierno, pero su efecto ocasionó un serio desfase en la programación de producción y venta segura del estaño metálico.

En este primer tiempo de vigencia del nuevo gobierno, con un ministro de Minería que oficiaba como ejecutivo de la metalúrgica en el anterior esquema, resulta que no se dan las pautas para solucionar el problema y recuperar el orden productivo de la ex Enaf y al mismo tiempo favorecer a la rehabilitación de los distritos mineros que exigen el pago de adeudos.

Pero al margen de este asunto especial que tiene su proceso interno en la jurisdicción de Oruro, hay otros problemas que deberían merecer atención de orden técnico y administrativo, para limpiar residuos de malas operaciones mineras que han causado perjuicios a la economía nacional y han retrasado las pocas opciones para el despegue de nuestra minería estratégica.

Son los casos del hierro en la zona del Mutún en Santa Cruz y del litio en los salares de Uyuni en Potosí y Coipasa en Oruro, pero además la posible implementación de un proyecto de reactivación minera, partiendo de una total reestructuración de la Comibol y una urgente adecuación de la Ley Minera, que se promulgó el 2014 y hasta la fecha carece de reglamento y disposiciones de orden tributario y de garantías para los inversionistas. Ésta gestión necesita de una urgente decisión superior, considerando que la minería y metalurgia, son parte determinante para asegurar el desarrollo sostenible de la Nación. Medios.

Fuente: Agencias. PM.