El automovilismo pierde a Jaime “león” Villegas

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Entre las décadas de los 70 y 90, surgió un personaje bastante especial en el automovilismo que pasó de ser mecánico a navegante y finalmente a piloto llevando el nombre de Oruro en alto en certámenes nacionales y competencias por diferentes regiones del país, ayer fue despedido por sus familiares tras su infausto deceso acontecido en los últimos días.

Con una melena prominente en sus mozas épocas, además de ser una persona carismática y amante de su familia, así recuerdan sus seres queridos a Jaime Santos Villegas Dávalos, un corredor que entre 1970 y 1993 fue parte activa del automovilismo orureño en todas sus áreas, comenzando por ser mecánico de los pilotos, a luego subirse a los habitáculos acompañando a prominentes participantes en el “deporte de los fierros” y finalmente llegar a estar al frente del volante disfrutando del deporte que le apasionaba.

Jaime Villegas, también será recordado por siempre como uno de los impulsores del deporte del karting ya que de su mente surgió la idea de que Oruro tenga su propia pista en el sector del balneario de Capachos allá por la década del 70 y 80, según relataron sus hijos Marcelo y Sergio, lastimosamente esas ideas no fueron respaldadas por las autoridades de turno y poco a poco se fueron quedando en el olvido.

Uno de sus hijos, Marcelo contó que Jaime Villegas corrió en varios eventos nacionales acompañando a pilotos como Eduardo Santa Cruz, Ángelo Perruci, Edwin Santa Cruz, el “chino” Méndez, Pimpo Bendec, y muchos otros más dejando a su paso grandes anécdotas que sus hijos recordarán por siempre como el llegar hasta las tierras tarijeñas y ser recibidos con una lluvia de uvas en señal de agradecimiento por integrar el territorio nacional, o terminar una etapa con varios problemas en el motor, pero gracias a la capacidad mecánica de Villegas seguir adelante contra todo pronóstico.

En las carreras de Oruro algunos lo recuerdan porque Villegas corría con un vehículo especial un Volkswagen SP2 más conocido como “súper puma” que en su modelo se asemejaba al “auto fantástico” de las series de acción de esa época, fue corredor hasta 1993 cuando dejó este deporte, aunque sus hijos comentan que en estos últimos años pretendía volver a la pista acompañado de sus hijos.

Pero más allá del tema deportivo, Jaime Villegas será recordado por su buen corazón y su forma alegre de ser un padre cariñoso y un amigo entrañable, Villegas deja un gran vacío y siempre será recordado por su carácter y su gran melena que tenía en sus años mozos lo cual le dio el apodo de ser el “león Villegas” del automovilismo.

Fuente: LA PATRIA