Austera celebración en el homenaje a los mineros

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Las condiciones reinantes en el país, con una pandemia que limita todas las actividades con masiva participación de ciudadanos, por celebraciones especiales como la que se acostumbraba hasta el pasado año, en el presente se limitó a los homenajes sindicales con motivo de recordar un trágico suceso que se produjo un 21 de diciembre de 1942, con la masacre de Catavi, que cobró la vida de centenares de trabajadores mineros e incluso de mujeres y niños que fueron parte de una masiva manifestación de reclamo social, mejores salarios y un rechazo a las deplorables condiciones de vida de los trabajadores mineros y sus familias, recibió entonces como respuesta una violenta acción militar, que dejó un lamentable saldo de muertos y heridos.

En recuerdo de ese luctuoso suceso se estableció el 21 de diciembre como el Día del Trabajador Minero. Este año con sencillos homenajes a la fecha y reiterando el pedido de apoyo económico para encarar la reactivación de la minería y metalurgia.

La deuda vigente, causa problemas a los distritos mineros, especialmente a Huanuni que debe cubrir una todavía sobrecargada planilla, en un escenario de contradicciones, como la demora latente en poner en marcha un ingenio de millonario costo que no funciona en más de cinco años que se mantiene inoperable, como un vergonzoso ejemplo de ineptitud y autoridad.

Si la Fundición no paga, los distritos mineros no tienen recursos para cubrir sus obligaciones y al estar vigente una medida que dispone la venta exclusiva de concentrados a la metalúrgica, no hay otra procedencia para obtener dinero por la venta de concentrados de estaño. Huanuni en su desesperación abrió un mercado en el Perú. La deuda de Vinto se arrastra por varios meses y pese al conocimiento de la materia por el actual ministro de minería, es realmente inadmisible mantener un problema que está al borde de la crisis.

Los cooperativistas mineros han estado reclamando atención del Gobierno para salvar los problemas de su sector y los que complican a la minería estatal y la privada, en éste último rubro la denominada minería “chica” que en realidad es muy productiva y cumplidora de normas tributarias y pago de regalías.

El dirigente Gonzalo Quispe de la Federación de Cooperativas Mineras, emitió un saludo en ocasión del Día del Trabajador Minero, coincidente además con el aniversario de creación en 1968 de su institución que agrupa a centenares de cooperativas y miles de asociados. Este dirigente anticipó una reunión con el ministro del ramo y no descartó la posibilidad de reunirse también con el Primer Mandatario para tratar un plan de contingencia que favorezca a la reactivación de la minería. El planteamiento común en el sector tiene que ver con la gestión financiera para disponer de una fuerte inversión que reactive la minería y la metalurgia del país.

Industria y desarrollo

Pese a la contingencia actual, justamente en un periodo de duras restricciones, tan negativas o peores a las que confrontó la economía nacional el año 1953 luego de una revolución, lo que acontece desde hace meses atrás, nos coloca frente a una alternativa que frene y evite mayores pérdidas y daños al deterioro de nuestra economía, cuando el PIB nacional se desmorona peligrosamente.

Una de las opciones para enfrentar la crisis es fortalecer el presupuesto destinado a los sistemas productivos más importantes, hidrocarburos y gas, la minería y metalurgia, además la agropecuaria y ganadería. Son tres pilares fundamentales del movimiento económico nacional, entendiendo que en cada sector, los especialistas del ramo, deben delinear políticas “agresivas” que enfrenten los daños que trae la pandemia y deja secuelas negativas.

Como algo de orden prioritario, se entiende la multiplicación de efectos operativos en rubros deseados pero aún incipientes en su ejecución, tal el caso de la industrialización de nuestras materias primas no renovables, la minería y los hidrocarburos (gas), opciones que son manejadas por expertos y políticos, aunque los segundos, sólo con fines proselitistas, pero sin ofertas concretas que cambien un cierto esquema financiero, más político que operativo y abran condiciones favorables a captar inversiones privadas, que desde hace mucho son parte de los polos de desarrollo en países de la vecindad.

Con ese elemento como desafío a las actuales autoridades responsables del desarrollo nacional, es imprescindible trabajar en la regularización y actualización de normas, que garanticen las inversiones y abran oportunidades para encarar emprendimientos de alta tecnología, hacia la industrialización de nuestra minería y metalurgia, lo que paralelamente permitirá establecer una industria primaria basada en el uso de nuestra materia prima para fabricar toda una suerte de productos que actualmente importamos de la vecindad.

La industrialización, desde su nivel primario, hasta su máximo rendimiento de producción, implica renovada inversión y el sostenimiento de centenares de fuentes de empleo, una de las condiciones sociales de menor crecimiento en la actualidad y de mayor necesidad para equilibrar el desarrollo sostenible y el bienestar familiar.

La minería no debe seguir siendo parte de planes políticos coyunturales, hay necesidad de encomendar su administración y funcionamiento a elementos profesionales, que diseñen y ejecuten con personal preparado y actualizado, los planes de una minería renovada y una metalurgia de múltiple utilidad. Para los entendidos, utilizar nuestros recursos naturales y la minería en general, incluyendo dos mega proyectos (litio y hierro), constituyen la seguridad productiva y generadora de riqueza nacional, por lo mismo su tratamiento en el plan económico del país, debe ser de primera responsabilidad gubernamental.

Fuente: Medios, Agencias. PM.