Trilogía morbosa

Países sudamericanos que preservan la vida democrática de la sociedad no ven con agrado que los partidos políticos izquierdistas apliquen la trilogía morbosa de corromper, fanatismo y debilitar al pueblo para perpetuarse en el gobierno.

Con ese implacable razonamiento que es un instrumento de intimidación se tiene el propósito de atraer multitudes para conformar una región orientada a estimular la vigencia de regímenes con poder total y absoluto sin chance a discernir.

Frente a ese sombrío panorama que parece se siente venir, se toman los recaudos para evitar se haga una realidad esa conflagración siniestra que significa ser parte de “un nuevo amanecer socialista” como proyecto de Estado.

Aquí en Bolivia ya se toman las providencias ante esa eventualidad persuadiéndose a defender la Constitución Política recordando que mediante el voto se eligió un nuevo gobierno con la esperanza de olvidar el encierro de catorce años en el que estuvimos por determinación de una dictadura irracional.

Ese argumento ya causa susceptibilidad de que se retorne a la oscura temporada donde se conculcaron los derechos democráticos y arrastrarnos hacia un “neofoquismo” para que Bolivia sea el centro de expansión del socialismo a nivel americano.

Ante esa articulación perversa es necesario fortalecer los valores sólidos en los que se sustenta la patria escuchando la vox populi que demanda la presencia de nuevas generaciones para encargarse en la dinamización del manejo de la cosa pública conduciendo a la nación dentro el marco democrático imperecedero.