Fracasa exploración petrolera, mientras la minera está paralizada

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Un enfoque técnico y realista, realizado por expertos en materia energética y conocedores de los planes y programas para la obtención y buen uso de los recursos naturales de nuestro país coinciden en señalar que hay un rotundo fracaso en la búsqueda de hidrocarburos (gas especialmente), pues desde el año 2006, se han explorado 74 pozos y ninguno tuvo el éxito esperado.

Frente a tan cruda realidad y considerando que la coyuntura del último tiempo daba por certera una futura explotación de hidrocarburos para ampliar y asegurar nuestras exportaciones contratadas de gas, al Brasil y la Argentina, hay condiciones poco favorables para seguir alentando ese optimismo que no tiene asidero técnico operativo, por lo que se sugiere la adopción de medidas radicales que cambien el panorama.

Este tema energético, relacionado circunstancialmente al caso de pozos gasíferos explorados y fracasados, tiene sin embargo una relación directa y concreta sobre el tema de la minería, con la diferencia, lamentable por cierto, de que en el caso minero apenas se comienza un proceso de exploración de nuevos yacimientos, para asegurar la existencia de importantes reservas de minerales guardadas en zonas del occidente y parte del oriente bolivianos, surgen frentes “vecinales” que se oponen a la exploración minera.

La situación tiene relación con el planteamiento de expertos en la búsqueda de recursos naturales para explotación masiva, pero bajo nuevas condiciones que sean adecuadas a los fines abiertos de competencia con países vecinos, en los que están vigentes millonarias inversiones para desarrollar la minería gigante.

Los expertos hacen causa común, para que al emprender modificaciones en la CPE, se incluya también al sector minero, cuyo atraso es consecuencia de las negativas condiciones en que actualmente se desarrollan algunos intentos de exploración minera. Hay necesidad de ejercer condiciones renovadas para mejorar la exploración y ubicación de nuevos pozos petroleros y gasíferos, pero también en las mismas condiciones de ricos yacimientos mineros a lo largo y ancho del país. Un reto para los políticos progresistas.