Para elevar la economía del país hay que empujar nuestra minería

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Los expertos en las finanzas públicas mencionan algunas necesidades que son de urgente atención para evitar conflictos y dar paso a justificados reclamos de una colectividad, que se cansa de escuchar muchas promesas en variadas voces de políticos, pero sin tener a mano el “efectivo” que permita recuperar la producción de nuestras empresas mineras y del resto de la industria nacional.

Transcurren propiamente diez meses desde que llegó el coronavirus para contaminar y alterar nuestro modus vivendi, obligando a cambiar nuestro modo de subsistencia y someternos a una vertical dependencia lanzada en orden de represalia política, en la que nada tenemos que ver, como sucede con la mayoría de países contaminados con el virus chino.

Entredichos políticos

No se puede aislar la situación de la actividad política, lamentablemente para que se sorprenda a la comunidad con ciertas apreciaciones que no pueden ser admitidas en todo su contexto, sabiendo que un largo proceso de más de una década, mostró claras facetas del manejo de la administración pública, con toda una suerte de despilfarros, uso arbitrario de recursos y tomar como disculpa casi un año de gobernabilidad transitoria, para “cargarle todas las cuentas atrasadas”. Es algo que no pasa, que no cuenta y que al contrario merece un adecuado esclarecimiento, en la medida del compromiso de los nuevos mandatarios para “aclarar la economía nacional”.

Lo evidente es que en el rubro de la minería y metalurgia, se arrastra una fuerte deuda del Complejo Metalúrgico de Vinto con los distritos mineros que le proveen de materia prima para producir estaño metálico con valor agregado y alta calidad, además con amplio mercado internacional.

A la fecha no ha sido aclarado el problema como corresponde, la deuda existe y el malestar en los distritos mineros, especialmente en Huanuni, es latente, las empresas mineras requieren fondos para sostener los costos de producción y si no hay flujo de dinero, tampoco habrá circulación regular de concentrados.

Por algunas declaraciones de autoridades transitorias que pasaron por los cargos del ramo minero, durante la transición gubernamental, se mencionó la existencia de una “componenda político partidaria” que alteró la administración de los recursos generados por la exportación de estaño metálico, creando “un hoyo profundo” que ahora no puede ser cubierto.

Mientras no sea solucionado este problema, la situación de los distritos mineros y de la Empresa Metalúrgica, seguirá siendo conflictiva y con riegos de orden social que podrían complicar seriamente toda la actividad del sector minero, según la apreciación de ex autoridades del ramo, que están siguiendo el curso del problema que pudo solucionarse “con una dosis de política oficial” que compense la que causó el desbarajuste.

Recomponer la minería

Si bien es cierto que el comportamiento de la minería nacional, es altamente dependiente de la situación económica mundial, es parte fundamental de planes de desarrollo regional y por tanto merece un cuidado especial en su administración, la exportación de concentrados y metales, para la obtención apropiada de divisas para el Estado y de regalías mineras para las regiones productoras, pues la minería se considera un rubro importante –desde siempre- para generar ingresos y alentar el crecimiento de las regiones.

La minería coyunturalmente, en los últimos años, ha estado relegada ante la producción de hidrocarburos y especialmente gas, para asegurar contratos de exportación a países vecinos como Brasil y Argentina. En un determinado periodo declina la producción de gas y aparece en riesgo la provisión del energético, debiendo extremarse recursos para cumplir contratos. Es cuando vuelve el interés estratégico por la riqueza minera.

A propósito, experimentados profesionales reiteran la necesidad de encarar una abierta reestructuración de la minería y metalurgia del país, empezando por recomponer totalmente la Comibol para que sea una empresa que genere políticas y proyectos de alta minería, en condiciones apropiadas a las exigencias de la competencia actual, que se observa en los países vecinos en los que se multiplican millonarias inversiones, con claras reglas de juego, que son condiciones exigibles en la reformulación de la política minera nacional.

Dinero en la mesa

Para reestructurar la minería nacional y devolverle su condición rentable se necesita fuertes financiamientos, empezando por el trabajo de prospección y exploración de nuevos yacimientos mineros y su habilitación. Hay proyectos pendientes como el de Mallku Kota, con una prospección avanzada y positiva, no puede producir aún sabiendo que se trata de un rico yacimiento.

Se precisa financiamiento, en efectivo y en la mesa, según los expertos y esto es difícil para el Estado, en la condición en que se encuentra, sin embargo se trata de aplicar medidas claras, ofertando seguridad jurídica, garantías e incentivos para la atracción de capitales millonarios y tecnología, dos rubros importantes que el Gobierno debiera tomarlos en cuenta, para retomar la importancia que tiene la minería y su futura proyección, haciendo además “sana sana”, en el complicado problema de la deuda metalúrgica.

Fuente: Medios. PM.