El 10 de marzo se enciende la alarma por la llegada del Covid-19 a Bolivia

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El martes 10 de marzo de 2020, es una fecha que ninguno de los bolivianos y principalmente los orureños olvidaremos, ya que ese día, los primeros casos positivos del coronavirus en Bolivia se confirmaron en el departamento de Oruro y Santa Cruz.

Ante las sospechas de posibles casos del virus, aquella noche del 10 de marzo, el Gobierno, a través del Ministerio de Salud, confirmó luego de realizar los exámenes correspondientes, que dos mujeres mayores de 60 años que ingresaron al país desde su estadía en Italia, eran las portadoras del virus.

La mujer infectada en Oruro, fue aislada en su domicilio y la mujer en Santa Cruz permaneció en un centro de salud de la localidad cruceña de San Carlos Ichilo, ambas estaban estables.

Ante la confirmación del primer caso de Covid-19 en Oruro, en las calles de la capital folclórica se “encendieron las alarmas” y rápidamente la población acudió a las farmacias para comprar los insumos más requeridos durante la pandemia, barbijos y alcohol en gel. Similar situación se vivió en distintos puntos del país, pese a que aún no se habían confirmado más casos del virus, salvo en Oruro y la capital cruceña.

Horas después de conocerse el caso positivo en Oruro, los vecinos del hospital Oruro-Corea y también del Hospital General San Juan de Dios, bloquearon las calles adyacentes al ingreso de los nosocomios, para evitar que ingrese la paciente diagnosticada con el virus.

Asimismo, ante la demanda de los padres de familia, la Dirección Departamental de Educación decidió suspender las clases y todas las actividades educativas en la ciudad de Oruro, un día después de confirmarse el primer contagio.

El 11 de marzo, ya existían denuncias respecto al sobreprecio en la venta de barbijos, que de un día para el otro pasó de valer 50 centavos, a costar arriba de los 5 bolivianos, por lo que se hacían los controles respectivos, sin embargo, ante el miedo de contraer el virus, las personas compraron el insumo pese al costo elevado.

CUARENTENA

La noche del 13 de marzo, el Ministerio de Salud, confirmó que los casos del coronavirus en Bolivia subieron a diez, de los cuales, siete se habían registrado en Oruro, dos en Santa Cruz y uno en Cochabamba.

Más tarde esa noche, el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, confirmó que Oruro ingresaría a una etapa de cuarentena municipal de 14 días, siendo la primera región del país en asumir esa medida para evitar la propagación del virus. Antes de la cuarentena se habilitaron los días sábado y domingo para el abastecimiento de alimentos.

Fue así que el lunes 16 de marzo, Oruro vivió su primer día de cuarentena, con restricciones en todo tipo de actividades a partir de las 15:00 horas y habilitando los martes, miércoles y viernes para la atención en mercados desde las 06:00 hasta las 10:00 horas.

Varias personas recuerdan los primeros días de cuarentena, como una de las etapas más tristes y oscuras que se vivió en las calles orureñas que tan solo hace un mes atrás, se tuvo alegría y devoción en la entrada del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

SILENCIO EPIDEMIOLÓGICO

Durante los primeros días de cuarentena solo se confirmó un caso positivo del virus, sin embargo, durante 22 días consecutivos, Oruro no reportó nuevos contagios de Covid-19, mantenido la cifra en ocho.

Ante el supuesto “control” del virus, los orureños se sentían orgullosos e incluso, se puso al departamento como ejemplo para otras regiones, llegando a captar la atención de la prensa internacional que ponían a Oruro como “ejemplo de batalla” frente al coronavirus, sin embargo, el 10 de abril, el “silencio epidemiológico” en la ciudad se rompió tras confirmarse un nuevo infectando.

La confirmación del nuevo contagio, cayó como un “balde de agua fría”, a todos los ciudadanos que tenían la esperanza de contener el virus, pero, ese mismo día se dio a conocer que el paciente que había dado positivo al virus, había fallecido en horas de la tarde.

ENCAPSULAMIENTO

En reunión de emergencia, las autoridades determinaron ejecutar un encapsulamiento total en el departamento de Oruro del 4 al 10 de mayo, periodo en el que se restringía todo tipo de actividades, incluso el abastecimiento. En los meses siguientes, Oruro vivió otros días de encapsulamiento para realizar los rastrillajes casa por casa, para detectar posibles nuevos casos del virus.

SE DISPARAN LOS CASOS Y DECESOS

La noche del 22 de junio, el Servicio Departamental de Oruro, confirmó 111 nuevos casos de Covid-19 y ocho fallecidos por esa enfermedad, batiendo récord de contagios registrados del virus en un solo día.

El 1 de agosto, durante “la peor etapa del coronavirus”, en Bolivia, el departamento de Oruro llegó a confirmar medio millar de infectados del virus en un día, llegando a acumular hasta ese momento 3.573 casos.

RECUPERADOS

En el mes de diciembre, ya con el descenso de contagios y aumento de pacientes recuperados en Bolivia, Oruro llegó a confirmar más de 800 casos de personas que lograron ganar la batalla contra el virus desde el inicio de la pandemia en marzo.

Durante los nueve meses de pandemia, el país vivió una de las etapas más difícil de todas, sin embargo, en este periodo donde se tiene un descenso en los casos y se flexibilizaron las restricciones, no se debe bajar la guardia y tampoco las medidas de bioseguridad, para evitar la tan temida segunda ola de contagios.

A la fecha, Oruro se mantiene como la penúltima región más afectada del coronavirus por debajo de Beni, superando los 6 mil contagios, además existen más de 5 mil pacientes recuperados y los decesos superan los 300.

Fuente: LA PATRIA