El CEPA coadyuvó en cuatro crisis ambientales suscitadas en Oruro

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El Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) celebró este 8 de diciembre sus 25 años de vigencia en el departamento en pos de buscar una justicia social y medioambiental para las comunidades afectadas por la contaminación de diferente índole, a lo largo de estos años varios casos fueron atendidos por esta entidad, siendo cuatro los más llamativos y representativos en la región.

Uno de los representantes del CEPA, Gilberto Pauwels hace remembranza de cuatro hechos llamativos que tuvieron una amplia cobertura de medios de comunicación y por supuesto la intervención del CEPA en defensa de los derechos de los comunarios y la Madre Tierra.

Se realizaron las auditorías correspondientes y se determinó una compensación económica a las comunidades afectadas, pero aún quedan resabios de ese desastre ambiental.

A esto se suma la contaminación ambiental de las operaciones mineras de Kori Chaca y Kori Kollo propiciadas por la empresa Inti Raymi, el uso de cianuro para la extracción de oro provocó un daño ambiental irreparable a las comunidades aledañas a La Joya e Iroco, afectando a las aguas subterráneas e incluso llegando a perjudicar al río Desaguadero, si bien se cumplió con una auditoría ambiental, la misma tuvo sus cuestionamientos por los procesos irregulares y un dictamen que no convenció a los comunarios.

“En la gestión 2014 se produce una tragedia ambiental en el lago Poopó, la muerte de 30 millones de peces y un millar de aves. En la siguiente gestión se da la sequía total del lago Poopó, provocada por el cambio climático (incremento de la temperatura y disminución del oxígeno) que se sumó al impacto de las actividades mineras (arrastre de sedimentos con mezcla de metales pesados), el desvío del río Desaguadero (disminución del caudal del río Mauri e implementación de sistemas de riego y microriego sobre su curso) y la expansión de la frontera agrícola (crecimiento del cultivo de la quinua).

Aspecto que provocó una amplia cobertura de medios nacionales e internacionales que se tradujo en una serie de reportajes acompañados por CEPA denunciando esta tragedia ambiental”, señaló Pauwels.

A esto se suma las operaciones de la Empresa Minera Huanuni que desde hace más de dos décadas genera pasivos ambientales que son vertidos sin ningún tipo de tratamiento sobre el río Huanuni cuyo caudal arrastra los sedimentos hasta el lago Poopó dejando muerte y destrucción a su paso, esto se evidencia en las muestras de metales pesados de las aguas subterráneas que alimentan a las comunidades aledañas, además de afectar seriamente al espejo de agua del lago Poopó.

Fuente: LA PATRIA