La brecha que el Gobierno intenta reducir

Históricamente las mujeres eran consideradas menos, tuvieron que pelear mucho por lograr que sus derechos se respeten y se hagan cumplir, y a lo largo del tiempo algunas conquistas se instauraron, pero otras aún quedan por alcanzarse, como la igualdad en el salario.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para las Mujeres, en Bolivia la brecha salarial es del 47 por ciento, cuando personas de ambos sexos realizan el mismo trabajo, pero los hombres ganan mucho más que ellas.

Otra diferencia que existe en el área laboral es que a las mujeres les cuesta más encontrar un trabajo formal porque se la discrimina, ya que los empleadores, piensan que no tendrá la suficiente inteligencia emocional para afrontar la responsabilidad del cargo, eventualmente se embarazará, o creen que por atender a sus hijos no prestará atención a sus obligaciones laborales.

Los seres humanos somos iguales ante la ley, tenemos los mismos derechos y obligaciones, por lo que, alguien que estudió similar carrera y tiene igual preparación, también debería ganar igual cantidad de dinero que los varones, ese ha sido un reclamo desde muchos años atrás.

El Presidente Luis Arce Catacora, en un intento por borrar esas diferencias, promulgó el Decreto Supremo 4401, para acortar la brecha salarial, donde se indica que hombres y mujeres que realicen el mismo trabajo y tengan la misma preparación deben percibir igual remuneración.

La propuesta es bienvenida por el sector femenino, ya que el esfuerzo muchas veces es igual o mayor al que realizan los varones para cumplir con la misma labor, por lo tanto, es justo que ambos ganen el mismo monto. Eso es hacer justicia y no favorecer a unas sobre los otros, porque ambos estamos en igualdad de condiciones por lo tanto los beneficios también deben ir en consecuencia.

Es cierto que, por las diferencias fisiológicas y algunas psicológicas, hombres y mujeres reaccionamos y actuamos de maneras distintas, pero eso no quiere decir que uno sea mejor que la otra o viceversa, e inclusive existen mujeres que pueden cumplir las mismas tareas que los hombres y hasta mejor, como también hay hombres que se desempeñan mejor en áreas consideradas clásicamente femeninas.

Somos seres ilimitados, las barreras están en nuestra mente y podemos superarnos a nosotros mismos día a día, no sólo les hablan a los hombres, sino a ambos, como seres humanos, por lo que es también justo que la retribución salarial sea equitativa.

Se espera que el Decreto promulgado por Arce, no sea un saludo a la bandera y se aplique en los sectores público y privado, como dicta el mismo, siendo un paso más hacia la reconciliación entre bolivianos.